La fotos del daño del ícono del mirador, se viralizaron en las redes sociales, algunos internautas mostraron su preocupacion ya que le daba vista al sitio turístico, otros señalaron el abandono en el que se encontraba, por lo tanto fue presa fácil del viento.
El cronista huehueteco Rolando Gutiérrez describe que el diseño de esa cabaña es obra del arquitecto Ronaldo Castillo y fue construida en 1987.
El experto afirma que fueron pobladores de esa localidad quienes contribuyeron a su edificación, quienes nunca imaginaron que esta obra se convertiría en un símbolo de ese mirador.
Agrega que el lugar es símbolo de la identidad de los huehuetecos como la sal negra y el café o el hoyo del Cimarrón. Los Cuchumatanes son parte de la Cordillera de los Andes que se origina del vocablo Cochmatlán y significa tierra de loros. Además constituyen la parte no volcánica más alta de Centroamérica.
El mirador Juan Diéguez Olaverri es un testigo de la historia del departamento y la cabaña forma parte de ese paisaje, explica el entrevistado. Pobladores indicaron que la cabaña destruida es la pequeña, ya que aún hay una más grande, pero también tiene daños.
Hiram Martínez, gobernador departamental señala que para reconstruirla primero se debe establecer quién es el propietario del terreno y llegar a un acuerdo, pues es un importante atractivo turístico.
Agregó que se esperaba que el clima dañara esa estructura, ya que estaba deteriorada.
“Creemos que juntos podemos tomar una iniciativa, conformaremos el comité para trabajar esta obra” indicó.
Para Carlos Hernández, vecino, es necesario que las autoridades se involucren, pero no solo para reconstruir la cabaña, sino para ofrecer infraestructura básica para el turista que incluya servicios sanitarios, restaurantes e incluso hostales para poder descansar y disfrutar de esos paisajes.
El acontecimiento causó revuelo en las redes sociales con algunos huehuetecos entusiastas que han comenzado una campaña para su reconstrucción.
Así lucía el mirador que era visitado por muchas personas.
Fuente de inspiración
El lugar es famoso por tener unos de los paisajes más atractivos del país, además fue inspiración para la creación de una importante obra literaria.
El poeta huehueteco Juan Diéguez Olaverri atravesó en 1854 la sierra de los Cuchumatanes rumbo al exilio en México y le escribió unas estrofas a esos montes como forma de despedida de su patria.
En su primer verso describe la belleza de la sierra y el amor hacia su patria, cuando dice: ¡Oh cielo de mi patria!/ ¡oh caros horizontes!/¡oh azules, altos montes; /oídme desde allí!/La alma mía os saluda,/ cumbres de la alta Sierra,/ murallas de esa tierra/ donde la luz yo vi!
¡Oh cielo de mi Patria!/ ¡Oh caros horizontes!/ ¡Oh ya dormidos montes/ la noche ya os cubrió!:/ adiós, oh mis amigos,/ dormid, dormid en calma,/ que las brumas en la alma,/ ¡ay, ay! las llevo yo. Reza el verso final del poema que Diéguez Olaverri le escribió a Los Cuchumatanes
“En realidad es un poema de intensa nostalgia cuando el autor fue obligado a salir al exilio”, comenta la escritora Margarita Carrera, según un artículo publicado en Prensa Libre en el 2013.