Las dos personas fueron identificadas como Carlos Fernando Calderón Herrera y Juan Francisco Artola Chub, quienes tenían diversas heridas de arma de fuego, según constataron auxiliares fiscales de la Fiscalía Municipal del MP de Santa Cruz Barillas, Huehuetenango.
Ambos fallecidos son parte de la finca en donde ocurrieron los incidentes violentos.
Cómo inició el conflicto
De acuerdo con las primeras averiguaciones, el conflicto entre pobladores y los presuntos dueños de una finca en el área se enfrentaron cuando los primeros quisieron llegar a fumigar el área.
El MP reveló que las investigaciones preliminares determinaron que, aproximadamente a las 7 horas del 13 de junio de 2023, se reportó a agentes de la PNC que a un costado del río Espíritu, se escucharon diversos disparos por arma de fuego, por lo cual se desplazaron al lugar, en donde se realizó el hallazgo de los dos cadáveres.
El personal fiscal procesó la escena, inspeccionó la carretera y un área boscosa cercana, derivado de lo cual se recabaron múltiples indicios balísticos, asimismo se realizaron recorridos para ubicar cámaras de videovigilancia que permitan ampliar las líneas de investigación.
La fiscalía, según la información oficial, continúa desarrollando “diligencias de investigación, con la finalidad de establecer los móviles del ataque y las circunstancias en las que ocurrió el hecho”.
El informe de la PNC detalla que entre las 7 y 7:20 horas se enfrentaron comunitarios, presuntos invasores de una finca en el lugar y propietarios y trabajadores de la misma.
Supuestos retornados de México
Reportes de medios locales dan cuenta de que los propietarios y el personal de seguridad de la finca Rancho Emilia se enfrentaron con los pobladores que se supone son originarios de una comunidad llamada Kumatz, que la conforman guatemaltecos que fueron desplazados hacia México durante el conflicto armado interno y desde el año pasado retornaron para recuperar tierras que aseguran son suyas.
La PNC confirma las dos muertes a balazos, además, las lesiones por proyectil de arma de fuego del propietario de la finca, Roderico Herrera. Tres comunitarios también fueron baleados.
Según la versión policial los pobladores arremetieron contra los propietarios de la finca porque habían cercado el terreno con alambre eléctrico. La supuesta inconformidad fue que los niños se electrocutarían con esas medidas mientras ellos fumigaban el área.
Sin embargo, otra línea de investigación es que los comunitarios enardecieron porque está abierto un proceso de desalojo contra los presuntos invasores.
En un vídeo que publicaron los pobladores que llegaron a esa finca en redes sociales se observa a tres representantes de la finca discutiendo con ellos, armados con pistolas y chalecos antibalas. En ellas, según el análisis preliminar de las imágenes, se observa a Carlos Fernando Calderón Herrera, uno de los fallecidos, vestido de rojo, y discutiendo.
Calderón Herrera acciona el arma de fuego que porta para hacer retroceder a los presuntos invasores y alejarlos de la finca propiedad de su familia. Este extremo lo investiga el MP y la PNC, y por ahora no han querido ampliar detalles para no entorpecer las pesquisas.
La versión de los pobladores, según medios locales, es que desde abril del año pasado más de un centenar de familias regresaron de México a Guatemala para recuperar sus tierras ancestrales. Se asentaron en esa finca, y desde entonces había un litigio entre ambas partes.