Según las autoridades, el problema surgió por un conflicto de tierras, que hasta el momento ha dejado a una persona fallecida.
Johana Morales, delegada de la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH), informó que las familias viven en extrema pobreza, la mayoría de niños padece desnutrición crónica, tienen limitaciones en los servicios básicos y el acceso es complicado por la distancia y mal estado de la carretera.
Las esposas de los desaparecidos solicitan ayuda para encontrarlos, pues creen que están fallecidos por el tiempo que ha pasado. Líderes comunitarios y agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) han rastreado el área donde se registró el conflicto, pero no ha habido resultados.
Morales explicó que la situación de las familias es preocupante, debido a la carencia de alimentos y por el conflicto los hombres no pueden salir a trabajar, por lo que es necesario que entidades de gobierno apoyen a los vecinos de Canquintic.
La funcionaria afirmó que en la comunidad se respira un ambiente de miedo. Los pobladores creen que podría haber otra incursión del grupo agresor, el cual posee armas de fuego.
Agregó que mantendrán la búsqueda en el área que corresponde a San Mateo Ixtatán.
Más de cien agentes de la PNC se han sumado a las tareas de búsqueda de los dos desaparecidos, junto a vecinos que rastrean la zona boscosa.
Carmen Roblero, vocera del Hospital Regional de Huehuetenango, informó que dos heridos se recuperan en la sala de cirugías de hombres, quienes fueron ingresados el miércoles último a dicho centro asistencial, con heridas de bala.
Agregó que su condición de salud es estable y se encuentran en fase de recuperación. Ellos relataron a su ingreso que trabajaban su tierra para sembrar maíz cuando hombres armados les dispararon.
Ana Jorge Santiago, esposa de Diego Gómez Lucas, uno de los desaparecidos, dijo que está preocupada porque no tiene como alimentar a sus hijos. Ellos no son violentos; sin embargo, la incursión del otro grupo ha provocado que vivan en pánico porque temen que al salir a trabajar puedan ser atacados.
Ella, lo mismo que el resto de mujeres, no está dentro de ningún programa de ayuda del Gobierno, pero por ahora su preocupación es encontrar a su pareja.
