Al retornar a EE. UU., Tomás se refugió en el alcoholismo y para salir de esa situación pidió apoyo al Departamento de Asuntos de Veteranos, durante su rehabilitación, se comprometió a ayudar a niños pobres en Guatemala.
En el 2016, Tomás, con 31 años, con su fundación, Korazón Kakao, visitó Huehuetenango, la tierra natal de sus padres, y repartió 300 bolsas con útiles escolares a estudiantes de escasos recursos económicos de Zaculeu central.
Por tres años consecutivos Tomás llevó a cabo su misión, luchar contra la pobreza en Guatemala, entregó mochilas, zapatos y útiles escolares, pero, en octubre del 2019 murió.
Alicia y María Tomás, hermanas del veterano de guerra, continuaron con el legado de Domingo, viajaron como cada año a Huehuetenango para entregar 850 bolsas con útiles escolares a estudiantes de escasos recursos.
“En 2016 él inició – su misión – y nosotras continuamos con el deseo de mi hermano de ayudar sin esperar nada a cambio”, manifestó Alicia Tomás.
Agregó sentirse satisfecha al observar sonrisas en los rostros de los niños beneficiados con el aporte de su familia.
María, la otra hermana de Domingo, expresó que la ayuda a los niños, también es una contribución para los padres. Mencionó que aunque ella y su hermano nacieron en EE. UU., se identifican con las familias guatemaltecas.
Recordó que, según su madre, cuando residía en Huehuetenango sufrió porque su familia no tenía dinero para comprar los útiles ir a la escuela.
Rony Mérida, integrante de la organización Story Internacional, que atiene a niños que fueron beneficio, aseguró que el aporte es una “valiosa colaboración” porque los estudiantes no tienen quién pueda comprarles los útiles para el ciclo escolar.
“Se beneficiaron a los niños que han sido vulnerados y que tenemos albergados en la casa hogar”, detalló Mérida. Agregó que 35 menores son los que están bajo su resguardo
Cuadernos, crayones, lápices y borrador contienen las 850 bolsas con útiles escolares que fueron entregadas por las hermanas de Domingo Tomás, fallecido en octubre del año pasado, quien en 2016 a través de la Fundación Corazón de Kakao inició una labor social en Zaculeu Central en Huehuetenango, en beneficio de niños de escasos recursos.
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