Marina Rojas Quijivix, dueña de la fábrica, narra que aprendió el arte de hacer chocolate artesanal por medio de su madre y abuela, quienes recibieron de sus padres la receta y técnicas que emplean en el procesamiento del grano ancestral.
“Es un legado que viene desde los mayas. Según investigaciones, se hacían chocolates desde el año 1500 antes de Cristo; sin embargo, con evidencias llego hasta 1870 que encuentro una documentación que declara a mi tatarabuela (Jacinta Cayax) como la primera generación que tuvo como oficio hacer chocolates”, expone Rojas, al portal Guatemala.com.
La quetzalteca cuenta que Cayax tuvo cuatro hijas, una de ellas su bisabuela, quien procreó tres hijas, entre ellas a su abuela Francisca Ixcot, a quien se le debe el nombre de la Chocolatería Doña Pancha.
“Crecí con mis abuelos paternos, ellos me enseñaron y me involucraron en el negocio del chocolate. Ahora, promedio de cien familias elaboramos chocolate en Quetzaltenango”, reveló Rojas.
Noemi Racancoj, junto a su familia elabora chocolate desde hace siete años en Xelajú. Aduce que en la Navidad se incrementa la venta, ya que los productos forman parte de las canastas navideñas y el consumo familia aumenta por el frío de la temporada.
“Durante este tiempo hay más convivencia familiar. Degustar una taza de chocolate es tradición; además, el frio es otro motivo”, refirió.
Ambas productoras, al igual que otras 12 familias, se preparan para celebrar el Festival del Chocolate, a celebrarse el próximo 21 y 22 de diciembre en la Casa No’j, en Quetzaltenango.
Para elaborar chocolates se sacan las semillas de cacao y se doran, posteriormente se quiebra para sacar el fruto y se tritura en un molino o piedra de moler.
Patrimonio en Mixco
El exquisito sabor de los chocolates artesanales de Mixco llevó a que el 7 de septiembre de 2009, en un acto protocolario, el Ministerio de Cultura y Deportes declarara al chocolate mixqueño y su proceso artesanal como Patrimonio Cultural Intangible de la Nación.
En ese entonces, la Casa de la Cultura reveló que unas 54 mujeres junto a sus familias elaboran chocolate de forma artesanal, y que el cacao es traído de Ayutla, San Marcos.
Antigua Guatemala también sobresale sus chocolates, entre ellos destaca el Chocomuseo, ubicado en la Calle del Arco, sitio donde exhiben las variedades de cacao y sus derivados, desde un té de cacao hasta una taza de chocolate; también profesionales imparten talleres (tour) para compartir la historia y formas de procesar las semillas hasta producir los propios chocolates.
En la ciudad colonial también figura la Agroindustria Picsa, que hace tres décadas se dedica a la producir chocolates de buena calidad, que es distribuido en el mercado nacional e internacional.
Esta chocolatería se ubica en el Hotel Casa Santo domingo y tiene una sucursal en el Centro Comercial Tivoli Plaza, en la zona 9 capitalina.