Ciudades

Superación sonríe a joven que vendía dulces en su silla de ruedas

Hace 12 años que Miguel Ángel López Mazariegos sufrió un accidente de tránsito que lo dejó sin ambas piernas, pero esto no lo ha detenido, pues para salir adelante vendía dulces en su silla de ruedas, pero su suerte cambió cuando se le ofreció la oportunidad de tener un empleo formal.

Miguel Ángel López en su lugar de trabajo en el Inguat. (Foto Prensa Libre: Esbin García).

Miguel Ángel López en su lugar de trabajo en el Inguat. (Foto Prensa Libre: Esbin García).

Originario de San Marcos, Miguel migró a la capital con el fin de tener un futuro mejor, pero no todo salió como pensaba, pues pese a que hace cuatro años se graduó de perito contador, no había encontrado trabajo por su condición física.


Esto lo obligó a trabajar en la venta de dulces, los cuales colocaba en una caja de madera y desde temprana hora recorría varias calles de la zona 1 de la capital. 

Su jornada de trabajo la suspendía para ingerir sus alimentos, pero si la venta era baja, regresaba hasta las 22 horas al cuarto que alquila.

Como todo joven, con sueños e ilusiones, Miguel se levantaba cada día en busca de un futuro mejor y esperaba que su clientela adquiriera sus productos.

En mayo último, en la página web de Prensa Libre se dio a conocer su historia, lo que motivó a que en el Instituto Guatemalteco de Turismo (Inguat) se le diera la oportunidad de un empleo formal.

“Cuando sonó mi celular y me dijeron que era de parte del Inguat, pensé que era para regalarme una silla de ruedas, pero me alegré cuando me dijeron que era para darme trabajo”, manifestó Miguel, quien cada mañana llega al área de almacén de la referida institución, donde trabaja en la clasificación de material que es enviado a otros países para promover el turismo.


En su área de trabajo lo acompaña el volumen de un radio y sus compañeros, pero sobre todo su voluntad para hacer bien su trabajo. “Aprendió luego el trabajo”, dice su compañero José Ángel Trujillo.

El joven afirma que desea continuar sus estudios, “estoy contento que me tomaron en cuenta. Agradezco al Inguat por esta oportunidad”, refiere.

Planes de vida

Entre sus planes está ayudar a su familia, integrada por siete hermanos y sus dos padres. También tiene planes de casarse con su novia, con quien tienen tres años de relación.

Jorge Mario Chajón, director del Inguat, afirmó que están contentos con la labor de Miguel y que es importante tomar en cuenta a las personas con capacidades diferentes, pues tienen potencial para engrandecer el país.

Agregó que como sociedad aún falta trabajar para crear mejores condiciones para este sector de la población.

ESCRITO POR:

Óscar García

Periodista de Prensa Libre especializado en periodismo comunitario e historias humanas con 12 años de experiencia.