Según la Autoridad para el Manejo Sustentable de la Cuenca del Lago de Amatitlán (Amsa), la única forma de salvar ese manto acuífero, que aún tiene la capacidad de autodepurarse y expulsar la contaminación que lo afecta, es detener la llegada de desechos sólidos que arrastra el río Villalobos —45 mil metros cúbicos al año—, para lo cual se requiere un esfuerzo multisectorial, a fin de que el proceso natural de purificación retome su curso, lo cual, por ahora, es casi imposible, por la gran cantidad de contaminantes que contiene.
Para concretar el Megaproyecto de Lagunaje y Humedales Artificiales, las autoridades dialogan con 30 propietarios de terrenos cercanos al lago, a quienes les han explicado la importancia de esa fuente de agua.
De acuerdo con las especificaciones del proyecto, presentado por Amsa, el río Villalobos le inyecta entre mil 500 y dos mil litros de agua contaminada por segundo al Lago de Amatitlán.
Érick Balcárcel, portavoz de Amsa, comentó que el proyecto se trabaja desde hace 10 años y los estudios demuestran que aún se está a tiempo para hacer algo por el manto acuífero, en cuya cuenca viven más de dos millones de personas.
“Si dejáramos de contaminar ahora, en unos 10 o 15 años el lago estaría limpio”, señaló Balcárcel.
Añadió que el reto más importante es obtener el financiamiento —unos Q750 millones—, pues para implementar el proyecto se deben comprar 120 manzanas de terreno, en Q150 millones.
Inversión
“Con el Lago de Amatitlán hemos gastado más de Q3 millones y hemos restablecido siete plantas de tratamiento, hemos disminuido el 60 por ciento de contaminación, pero eso no se detendrá si el río sigue contaminado”, advirtió el vicepresidente Jafeth Cabrera, durante el Encuentro Nacional por el Desarrollo (Enade), cuando se presentó el proyecto, el 11 de octubre pasado.
Cabrera agregó que el proyecto tiene sustento científico para la salvación del Lago y aseguró que la obra no se concretará en la actual administración.
Sí es posible
Edwin Castellanos, director del Centro de Estudios Ambientales y de Biodiversidad de la Universidad del Valle, asegura que el Lago de Amatitlán aún se puede rescatar, pues la mayoría de los desechos que recibe son orgánicos. Recuerda casos de distintos países donde lagos más grandes y contaminados con metales pesados han sido rescatados.
“Limpiar el río Villalobos podría ayudar, pero no es la única fuente de contaminación, el Lago recibe contaminantes de otras partes. Además, por mucho que se invierta en limpiar el río, si no se deja de ensuciar nunca se va a ganar la batalla”, señaló.
Agregó que es urgente que las municipalidades asuman el papel que les corresponde en cuanto al tratamiento de las aguas servidas, y que la población comprenda que se debe contribuir económicamente con el tratamiento de las aguas que utilizan.
Edwin Castellanos, director del Centro de Estudios Ambientales y de Biodiversidad de la Universidad del Valle
Alex Guerra, director del Instituto de Cambio Climático, comentó que el Lago tiene esperanzas, pues en EE. UU. y países de Europa ha habido casos más graves y los resultados han sido positivos.
Agregó que para sanear al Lago se requieren inversiones fuertes, así como el compromiso de la población de no seguir ensuciándolo.
Guerra agregó que proyectos como el que propone Amsa conllevan implicaciones, ya que se debe invertir mucho dinero para ejecutarlos y en el mantenimiento.
“La idea de tratar el agua es básica, y considerando ese reto se debe tomar en cuenta el mantenimiento y costo de operación de las plantas de tratamiento”, dijo Guerra.
Consultada sobre el proyecto, Virginia Mosquera, investigadora del Instituto de Investigación y Proyección sobre Ambiente Natural y Sociedad (Iarna), comentó que un análisis de calidad del agua del río Villalobos —y la mayoría de sus afluentes— lo califica como “pésimo”, el equivalente a un río de aguas residuales; sin embargo, asegura que sí es posible sanear sus aguas.
Explicó que esa es responsabilidad de las municipalidades, pero estas no asumen el reto y las consecuencias se traducen en el daño ambiental en fuentes de agua importantes como el Lago de Amatitlán.
Agregó que para sanear el agua del río Villalobos es necesario contar con grandes extensiones de terreno, pero, además, en las poblaciones del sur del área metropolitana, la capital y Mixco se carece de planes de gestión ambiental, por lo que muchos de los desechos terminan en el Lago de Amatitlán.
Mosquera asegura que la organización es importante para proteger los recursos naturales, y pone como ejemplo un sistema comunitario de distribución de agua y manejo de aguas residuales que se utiliza en la cuenca del lago Petén Itzá, donde los vecinos pagan por esos servicios pero se garantizan el acceso al vital líquido de buena calidad.
Contaminación
Las fuertes lluvias de los últimos días arrastraron hacia el Lago de Amatitlán unos cinco mil metros cúbicos de basura, lo que aumenta su contaminación, que en lo que va del año ha superado la cantidad de desechos sólidos que ingresan en 12 meses.
El 17 y 18 de octubre últimos fueron arrastrados por las correntadas unos dos mil metros cúbicos y tres mil metros cúbicos de desechos, respectivamente, informó Amsa. Solo la basura recibida tras la última lluvia corresponde a 300 camiones de volteo.
Balcárcel indicó que con el invierno se incrementa la llegada de desechos sólidos al Lago, pero lo que más les preocupa es el ingreso de sedimento.
Añadió que con las últimas lluvias fuertes baja arena de las montañas que no tienen cobertura forestal hacia el Lago. “Esto provoca que nuestro lago pierda la capacidad de retención de agua y a la vez pierde profundidad, es uno de los problemas más grandes”, expresó.
Detalles del proyecto
Con el proyecto, el agua que llega al Lago de Amatitlán tendría entre 85 y 90 por ciento de limpieza, de acuerdo con Amsa.
Visto desde el aire, el proyecto tiene la forma de una mojarra.
- La inversión sería de Q750 millones.
- El financiamiento se buscaría a través de préstamos o ampliación presupuestaria.
- Canales de conducción hacia el sistema de lagunaje.
- Rejillas de captación de desechos sólidos
- Desarenadores
- Lagunas anaeróbicas para captar gas metano
- Generadoras de energía
- Lagunas de oxidación
- Aireadores para oxigenar el agua
- Humedales artificiales
- Plantación de bambú
- Iguanario
- Patio de secado de lodos
- Invernaderos
- Viveros forestales
- Área de reciclaje de desechos sólidos
- Helipuerto
- Área de capacitación
- Parqueo
Mala experiencia
El 9 de octubre pasado, la exvicepresidenta Roxana Baldetti fue sentenciada a 15 años y seis meses de cárcel por el fraude en el proyecto de saneamiento del Lago de Amatitlán, conocido como Agua Mágica. De acuerdo con la acusación de la Fiscalía, Baldetti lideró una estructura criminal que operaba desde instituciones estatales claves para el tema ambiental y en empresas privadas, con el objetivo de conseguir, de forma ilícita, la licencia de un proyecto de limpieza y saneamiento del Lago con el cual se beneficiaría económicamente. De esta forma habrían logrado que el 28 de noviembre de 2014 se adjudicara de manera fraudulenta un contrato a la empresa M. Tarcic Engineering Limited por Q137.8 millones, de los cuales Q22.8 millones ya se habían pagado para la adquisición de 23 mil litros de la fórmula para sanear el Lago.
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