Francisco Yac, de 21 años, quien desde los 10 se dedica a cosechar zanahoria, repollo y cebolla comentó que Almolonga es una tierra próspera gracias a su tierra fértil y al trabajo de los habitantes, quienes labran los campos con fe y optimismo.
Video publicado en el 2016 por Gilberto Canastuj
“No dependemos del Gobierno ni de otras autoridades, sino de Dios para hacer bien nuestro trabajo. Aquí no hay gente perezosa, solo trabajadora y llena de sueños, talvez esa sea otra de las razones por las que somos admirados en otros países”, expresó.
Yac asegura que de los alimentos que producen un porcentaje es para consumo familiar, pues están conscientes de la importancia de mantener una buena alimentación.
“El dinero que ganó junto a mi esposa lo invertimos en mejorar nuestra casita y nuestra alimentación, en especial la de los niños para que rindan en la escuela y de jóvenes puedan trabajar”, comentó José Cotoc, quien se dedica a la agricultura desde hace 23 años.
Agregó que el éxito de los cultivos es la dedicación de las personas y el mantenimiento que se le da a la tierra.
Otros agricultores, como Rosendo López, afirman que Dios convirtió Almolonga de ser una tierra sin producción agrícola a tener una extrema fertilidad para gran cantidad de hortalizas.
“Nosotros éramos pobres, con muchos problemas y condenados, pero cuando nos arrepentimos de nuestros pecados Dios nos volvió a dar vida, prosperidad, trabajo y una tierra bendecida”, expresó.
Mateo Machic, vocero de la municipalidad, cuenta que hasta hace 25 años el municipio era pobre y no producía la cantidad de hortalizas que se cosecha en la actualidad. Agregó que el desarrollo surge por un cambio en la vida de los pobladores y su acercamiento al cristianismo.
“El éxito en este municipio se mantiene gracias a la fe de los pobladores, quienes en un 80 por ciento son cristianos protestantes, así como la experiencia y el arduo trabajo que desarrollan, pues antes solo eran dos cosechas al año y ahora son hasta cinco. Además de la preparación académica de los habitantes, quienes optan por conocer nuevas ideas para elaborar abono orgánico y afrontar el clima”, indicó.
Agregó que el 75 por ciento de la economía del municipio se genera por la agricultura y el 25 restante por el comercio, ya que hay personas que solo cosechan las hortalizas y las venden a otros que se encargan de exportarlas o comercializarlas con otros departamentos del occidente.
De acuerdo con personal del Ministerio de Agricultura Ganadería y Alimentación (Maga), Almolonga se encuentra a 8 kilómetros de la ciudad de Quetzaltenango, y está a dos mil 251 metros sobre el nivel del mar. Tiene una superficie estimada de 12.5 Km2.
El municipio cuenta con suelos de origen volcánico, donde es posible el cultivo y el uso agrícola predominante. La precipitación pluvial anual es de dos mil milímetros, con una temperatura de entre 12 a 18 grados centígrados, lo que significa que cuenta con un clima frío, húmedo y seco, con heladas de noviembre a mediados de marzo.
Cuenta con nacimientos de agua en Villa Alicia, Valle Paraíso, Chipila y Los Chorros; además, posee fuentes de agua caliente en la zona 7. Por el municipio también corren los riachuelos El Chinamá y El Cañal.
Durante las últimas temporadas de lluvia han afectado al municipio; sin embargo, los pobladores logran recuperarse con rapidez.
Autoriades del Maga informaron que están próximos a hacer un estudio semidetallado de los suelos en Quetzaltenango con asistencia técnica del gobierno de Colombia (Instituto Geográfico, Agustín Codazzi, IGAC), donde se comprobará la alta riqueza de las tierras para la producción agrícola.
Otros datos
- El significado de su nombre corresponde al lugar donde está ubicado y significa “Donde brota el agua”. En el municipio hay varios baños termales, que según reza la herencia oral, son medicinales.
- La población principalmente es de la étina quiché y en 1980 registró una explosión religiosa que provocó el crecimiento de la iglesia protestante evangélica.
- Cuenta con más de 17 mil 186 habitantes, de los cuales un 97% se considera indígena de la etnia quiché y una minoría mam.