El deseo de aprender es evidente, durante las clases predomina el ruido de las teclas e instrucciones que brinda el profesor José Eduardo Lux.
Todos miran fijos a la pantalla. Algunos dicen “¡Lo logré!”, cuando terminan la tarea. El recinto cuenta con decenas de libros de distinta temática, pues también se promueve la lectura.
En el grupo se encuentra Diego Salvatierra, de 11 años, quien ha aprendido programación y su próxima meta es crear sitios web. “Mi mamá me motiva a seguir adelante”, resaltó.
Acción altruista
Como estos estudiantes, más niños han encontrado un espacio para invertir el tiempo en aprendizaje positivo, pues el objetivo es evitar que se involucren en las pandillas.
Martiny, 35, de origen estadounidense, recuerda que hace 15 años vino a Guatemala por una actividad misionera y junto a su familia decidieron quedarse en el país para apoyar a la niñez que está en riesgo por la violencia.
El proyecto comenzó en Santa Fe en el 2010 con cuatro computadoras y gracias a donaciones ahora atiende a 125 niños, pero el objetivo es atender a más personas, pues la demanda ha aumentado.
Algunos estudiantes llegan para reforzar lo aprendido en sus lugares de estudio y otros en el proyecto se inician en el aprendizaje tecnológico.
“Los niños tienen la capacidad de aprender, por lo que hay que darles oportunidades”, manifestó el misionero, quien añadió que la organización se sostiene con donaciones de voluntarios.
“Lo que me motiva a ayudar es mi fe en Dios, pues cada persona es importante”, resaltó Martiny.
Llegar a más niños
Cadaniño tiene como objetivo ampliar la cobertura, pues se necesita un local más grande. El misionero tiene como meta impartir, en el futuro, cursos de robótica, carpintería y cocina para que más vecinos se superen.
Martiny resaltó que en las zonas rojas se mueve la venta de drogas, violencia y pandillas, por lo que es importante darle oportunidades de superación a la niñez.
En el tiempo de clases se usan unos minutos para inculcar enseñanzas bíblicas a los menores y también a los padres de familia se les capacita sobre valores.
Lux, instructor de computación, indicó que el maestro debe observar la capacidad del estudiante para que aprenda de mejor manera. “La primera clase es sobre conocimientos básicos de la computadora”, explicó.
Agregó que entre los programas hay uno que ayuda a los niños para el curso de mecanografía, luego Word y PowerPoint, entre otros.
Datos del proyecto
Iniciativa se enfoca en el desarrollo social.
- Con Q80 mensuales una persona puede patrocinar el estudio de un niño.
- A partir de los 6 años se puede optar al programa.
- Tres padres de familia también aprenden computación.
- Se pueden donar computadoras y libros en buen estado.
- Para información se puede escribir a tim@cadanino.net o ingresar al sitio www.lovecadanino.com