Luchan juntos
Entre lágrimas, la madre indica que su estilo de vida cambió, pero su lucha se mantiene para salvar la vida de su hijo. “Él -Luis – comenzó en enero de este año con dolor de cabeza, mareos y calambres. El diagnóstico previo señalaba una insuficiencia renal o leucemia”, agrega, mientras se seca las lágrimas.
Previo a su enfermedad, el joven era monaguillo en la iglesia de San Juan Bautista, Amatitlán, donde ayudaba con las tareas de la misa. “Mi deseo es graduarme de médico. A los jóvenes les digo que se involucren en las cosas de Dios”, expresó Luis.
En marzo la situación empeoró, pues su cuerpo se hinchó, debido a que sus riñones dejaron de funcionar. El paciente fue referido a la emergencia del Hospital Nacional de Amatitlán, donde recibió atención y el diagnóstico confirmó los temores: insuficiencia renal crónica.
“Al escuchar el diagnóstico me desesperé, no sabía qué hacer. Llamé por teléfono a una mi hermana para decirle que, según el médico, a mi hijo se le acaba la vida”, recuerda Heidy, que por atender a su hijo dejó de trabajar y ahora recibe ayuda de personas bondadosas.
Su hijo grande recién encontró trabajo y todavía no ha recibido su primer pago.
Sirve en la iglesia
La salud del joven se ha complicado, pues es necesario cambiarle el catéter para seguir con el tratamiento. “Espero estar sano y regresar a servir a la iglesia”, manifestó Luis.
Luis Arriola también ha estado internado en el Hospital San Juan de Dios para ayudarlo a superar la enfermedad.
También necesita otro examen del corazón, medicamentos y una dieta especial. Las personas que deseen ayudarlo de pueden comunicar el número 3453 4100.