“En algunas ocasiones he usado helicóptero para trasladarme o salir de la ciudad de Guatemala —en horas pico—. Un recorrido en la misma capital puede durar cinco minutos. Así evito una o dos horas en las filas de carros que uno encuentra en cualquier avenida o calle”, relata Callaway.
El proceso para volar en helicóptero dura 15 minutos, 10 de los cuales se utilizan para encender y calentar los motores.
Observar el tránsito desde lo alto le puede dar una sensación de alivio a Dicky, quien mantiene la empatía con los automovilistas, ya que la mayoría de días es parte de los conductores que circula en las calles, puesto que utiliza el helicóptero una vez al mes, a veces para trasladarse a otros departamentos.
“Hacia cualquier área de la ciudad, el recorrido dura cinco minutos. Todo es rápido y seguro, de extremo a extremo, ese es el tiempo que se usa para viajar en la capital”, expone.
La vista aérea de los embotellamientos es más impresionante que las imágenes satelitales que exponen en tiempo real las aplicaciones de tránsito. Waze, utilizada por unos 25 mil guatemaltecos, señaló el año pasado que Guatemala es uno de los peores países para conducir.
El vuelo
Los atascos viales causan que de febrero a octubre aumente el promedio de vuelos particulares que registra la DGAC.
Usar un helicóptero en la ciudad implica alquiler de una aeronave, entre Q300 a Q400, o comprarla, no por menos de Q5 millones, según modelo, y el mantenimiento.
Antes de empezar el recorrido en helicóptero, el piloto aviador reporta el vuelo a las torres de control del Aeropuerto Internacional La Aurora y de la DGAC.
“Se pregunta a los operadores cómo está el tránsito aéreo y si ellos indican que está libre el sector de la terminal, se usa ese espacio de la zona 13 para volar, de lo contrario se busca otra ruta”, cuenta Dicky.
La mayoría de las personas que usan helicóptero en la ciudad provienen de la ruta a El Salvador y van a las zonas 9 y 10, con más frecuencia entre las 7 y 9 horas. Por seguridad de los usuarios, la DGAC no brindó los nombres de los pasajeros ni las áreas de despegue y aterrizaje.
Casi todos los usuarios de helicópteros son propietarios de la aeronave, por lo que deben contar con los permisos de la DGAC y de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT), ya que deben estar al día con el pago del impuesto de circulación.
En noviembre y diciembre los vuelos se reducen ya que la capital tiene más viabilidad en las rutas, por la disminución del tránsito vehicular, aunque no de manera significativa. En esos dos meses solo 15 personas usan helicóptero para movilizarse.
El uso de estas aeronaves se volvió habitual en la capital en la última década y prueba de ello son los 48 helipuertos habilitados en edificios.
Las personas que se movilizan en las zonas 9, 10 y 14 constantemente son testigos del aterrizaje de helicópteros en edificios del sector. Entre los que habitualmente viajan en estas aeronaves hay empresarios, ejecutivos e inversionistas.
Mar de vehículos
Según los registros de la SAT, en la capital hay 950 mil vehículos habilitados para transitar las calles de la ciudad y los otros 550 mil, que completan el millón y medio, son del resto de municipios del área metropolitana.
Esos datos no se comparan con los vehículos aéreos. A escala nacional la DGAC ha autorizado para volar a 177 helicópteros, 22 de los cuales son de uso periódico en la capital para evitar el congestionamiento de vehículos.
Además, en algunos edificios estatales y hospitales públicos y privados también están autorizados helipuertos, como en el Ministerio Público, Hospital Roosevelt, Instituto de Cancerología y el Centro Médico.
En el mundo
El uso del helicóptero para esquivar las largas filas de vehículos es un servicio posicionado para resolver problemas de movilidad en otras ciudades de Latinoamérica, como en Sao Paulo, Brasil, donde los traslados en esas aeronaves se volvieron habituales.
La ciudad tiene 12 millones de habitantes y registra 420 helicópteros, el congestionamiento es inevitable y algunos usan las aeronaves para evadirlo.
El servicio es solicitado por ejecutivos y los viajes se contratan por necesidad y ya no por diversión. Esa ciudad de Brasil tiene 193 helipuertos autorizados y aprobarán más.
En Buenos Aires, Argentina, el uso de helicóptero también es una opción de traslado rápido ante los embotellamientos de vehículos. En esta ciudad se autorizaron ocho helipuertos. En Lima, Perú, también cuentan con el servicio para evitar el tráfico.
Taxi en el aire
Hace años que en otras ciudades del mundo los helicópteros han sido utilizados como taxis.
En Sao Paulo, en el 2014, surgió el servicio de taxi aéreo. Se puede solicitar un viaje, con una hora de anticipación, por US$158 —unos Q1 mil 200—.
El uso de helicóptero en esa ciudad surgió por la necesidad de evitar las filas de automóviles que pueden llegar a ser de hasta cien kilómetros de longitud. El servicio se ha vuelto conocido y hay aplicaciones en celulares que permiten solicitar un traslado. La aplicación de Uber para esa ciudad permite solicitar un viaje en helicóptero.
En la Ciudad de México se impulsa la implementación del servicio de taxi en helicóptero, como alternativa ante congestionamientos en las calles.
El proyecto aún está en análisis y las principales compañías de helicópteros se han interesado en en ese plan de movilidad. El servicio por traslado se estima que costaría US$95 —unos Q700—.
El taxi aéreo se impulsa para mejorar la movilidad urbana, científicos hacen aportes para hacer eficaz los traslados.
La compañía E-volo ha creado un taxi volador y asegura que es la nueva alternativa de viajes aéreos. La aeronave, denominada Volocopter, fue exhibida en Dubái, Emiratos Árabes Unidos.
Esta aeronave no es un helicóptero convencional, pero tiene parte de esa tecnología y se combina con los dispositivos y diseño del dron. El Volocopter, según los científicos, trasladaría hasta dos personas en cada viaje sin requerir de un conductor, en una distancia máxima de 30 minutos, a cien km por hora.
La aeronave de E-volo está en fase de prueba, pero no es la única detrás del proyecto. Daimler, propietaria de Mercedes Benz y Smart, invirtió US$ 29 millones en la creación del Volocopter.
En la Ciudad de Guatemala aún no hay helicópteros como servicio de taxi, pero sí se puede programar y contratar un viaje, con una semana de anticipación.
Algunas compañías ofrecen viajes comerciales en helicóptero, para turistas, en la provincia.