Para muchos vecinos, lo que ocurre es producto de la indiferencia del Estado y de las autoridades municipales, pues los proyectos de infraestructura y saneamiento ambiental son escasos.
Servania Elisa García, del cantón Cruz Blanca, el más afectado por las correntadas del río Chinautla, que cruza el basurero de la zona 3 capitalina, comenta que las autoridades ediles casi nunca llegan al lugar e incluso la Municipalidad funciona en una zona urbana.
Para el analista ambiental independiente José Miguel Leiva, las municipalidades ya no tienen capacidad para manejar de manera adecuada la basura, debido a las grandes cantidades que se generan al día.
Según Leiva, lo que funcionaría es la promoción de un programa familiar de manejo de desechos, con lo que se evitaría que los ríos sigan siendo grandes depósitos de basura. Añadió que las empresas deben tener responsabilidad social para promover la reutilización de empaques y envases.
Vivir en ese lugar es peligroso porque con frecuencia ocurren deslizamientos de tierra que ponen en riesgo las viviendas, añadió.
Carmencita Pérez, de 55 años, refiere que cada año la situación empeora y que el río, que luego se une al de Las Vacas, está contaminando con toneladas de basura y aguas servidas.
Pérez asegura que cuando llueve el agua arrastra piedras de gran tamaño que hacen temblar la carretera y las casas, lo que aumenta sus temores.
Aislados
Los pobladores, en especial los del cantón Central, están parcialmente aislados desde el 2005, cuando la tormenta Ágatha destruyó el puente de concreto que los vecinos utilizaban para transportar artesanías de barro y granos básicos.
En esa época, el extinto Fondo Nacional para la Paz gestionó la construcción de un nuevo paso, pero diferentes gobiernos han pasado y la estructura pareciera que fue abandonada.
“La situación es complicada. Cuando hay alguna emergencia, las ambulancias no pueden pasar. Además, estamos expuestos a los malos olores y las moscas, por la acumulación de basura”, señaló Rosa Irene Vásquez, residente del cantón Central.
Bernarda Quiroa, otra vecina, comentó que los más afectados son los niños, pues con frecuencia se enferman.
Según Rebeca Chiché, encargada de la alcaldía auxiliar, todos los cantones son afectados por los desechos, pero el mayor impacto es para vecinos de Amatitlancito, Cruz Blanca, Pila Seca y Central.
Respuesta
La alcaldesa de Chinautla, Elizabeth del Cid, dijo que el camino en Cruz Blanca era intransitable, por lo que fue reparado, con apoyo de vecinos. Sin embargo, agregó, debido a que algunas partes de esa ruta están a cargo de la Unidad Ejecutora de Conservación Vial, la comuna no puede hacer mayores inversiones.
Respecto de los puentes dañados, la jefa edil explicó que estos están a cargo del Ministerio de Comunicaciones. “Casi están pagados, pero no están terminados. La Contraloría no nos permite invertir en proyectos ya existentes. El puente lleva pagado entre el 80 y 88 por ciento”, aseguró.
En el lugar hay otro puente que no ha sido concluido y sus bases ya fueron dañadas por las correntadas.
Planta de tratamiento
De acuerdo con Del Cid, el problema de la basura es complejo porque al municipio van a dar todos los desechos de la capital, por lo que se coordina con la comuna capitalina la construcción de una planta de tratamiento, para minimizar el impacto ambiental.
Las autoridades ven con preocupación la falta de apoyo de la población, que lanza basura en el río. El Concejo acordó multar con Q2 mil a quien lo haga.
David de León, portavoz de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), señaló que en Chinautla tienen identificados varios sectores como zonas de riesgo, por lo que coordinan con la Municipalidad para que priorice proyectos de infraestructura y se regule la construcción de vivienda en áreas de peligro.
Pidió a los vecinos estar alertas y seguir las recomendaciones de las autoridades de emergencia.
Tubería se tapa
Vecinos de la 4a. calle colonia Santa Luisa, Chinautla, están preocupados porque, debido a la acumulación de tierra en una propiedad, sus inmuebles se inundan cada vez que llueve, por lo que esperan que las autoridades los apoyen.
María Cruz Zuleta Jil, de 79 años, comentó que el lunes último su casa se inundó y el agua subió más de 1.5 metros.
Aseguró que su que vive frente a su casa rellenó una parte de su propiedad con tierra y ripio, lo que causó que una tubería general se tapara.
El lunes último, la Conred informó que seis viviendas de ese sector afrontaron daños, debido que el sistema de drenajes colapsó.
Julio Escobar, propietario del terreno en mención, dijo que los trabajos que efectúa no son la causa de las inundaciones, sino el exceso de lluvia.