El fenómeno de El Niño es un evento climático natural que se desencadena por el calentamiento periódico, cada tres o siete años, en el océano Pacífico oriental, y es el motivo por el cual la lluvia ha sido irregular en Guatemala y también el responsable de la sensación de más calor, Este fenómeno meteorológico puede provocar varios efectos, como aumento de lluvias torrenciales o sequías.
Más afectados
El calentamiento del aire y bajas precipitaciones son las características más marcadas de este fenómeno. Para Guatemala la previsión es que las lluvias disminuyan en la bocacosta y suroccidente.
El meteorólogo César George indicó que en Mesas Agroclimáticas que se atienden junto con el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación, desde finales de abril, se ha hecho de conocimiento a los productores del campo sobre los efectos de El Niño.
Una de las recomendaciones que se hizo es que en estos meses se guarde agua cuando se presentan las lluvias y tomar precauciones por las tormentas más intensas.
El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos anunció que la temporada en el Pacífico es del 15 de mayo al 30 de noviembre, como ocurre todos los años, y durante la cual se prevén al menos 23 huracanes, lo que eleva el riesgo de inundaciones.
¿DE DÓNDE SALIÓ LA INFORMACIÓN?
Los guatemaltecos han experimentado una sensación intensa de calor desde abril y la época de lluvia todavía no se instala. En redes sociales no faltan las quejas por los ambientes sin aire acondicionado, como tampoco las recomendaciones básicas para evitar un golpe de calor, tanto en personas como en mascotas, quienes también se ven afectadas por las altas temperaturas. El Instituto Nacional de Vulcanología Meteorología e Hidrología (Insivumeh) es el ente encargado de monitorear los fenómenos naturales, temperaturas y los cambios durante las diferentes estaciones climáticas. Por ello, informó que las altas temperaturas se deben al fenómeno de El Niño y durante este año las lluvias serán irregulares, con menos días de precipitaciones, pero no significa que no llueva, sino que lo hará de manera irregular y en ocasiones en exceso, aumentando el riesgo de inundaciones.
¿CUÁL ES EL CONTEXTO?
Durante el 2020, 2021 y 2022 estuvo presente el fenómeno La Niña, que ocasionó que lloviera un poco más en abril y principios de mayo, pero en este año las precipitaciones han sido menores porque está finalizando esa etapa y comienza El Niño, que aunque es una reducción de las lluvias, no se debe entender como canícula. La última vez que se formó El Niño fue en el 2016 y sus efectos se dejaron sentir en todo el mundo. Entre estos, los científicos consideran que la sequía se volverá a sentir a nivel mundial, en especialmente en 2024. Por lo general, las altas temperaturas provocan los golpes de calor, los cuales se producen cuando el cuerpo no puede refrescarse y la temperatura corporal aumenta con rapidez hasta niveles demasiado elevados, hasta llegar a afectar órganos vitales como el corazón, pulmones, riñones, hígado y cerebro. Mientras más alta sea la temperatura, sobre todo si supera los 41°C, mayor será la rapidez con la que se presenten los síntomas. El calor extremo también afecta la salud mental, puesto que provoca irritabilidad y falta de concentración.
Verificamos por Usted: ¿Fenómeno de El Niño prolongará la canícula?
Falso
Información falsa de fuentes que no son confiables
El meteorólogo del Insivumeh, César George, refiere que el viernes las temperaturas disminuirán e incrementará la nubosidad y la posibilidad de lluvia para los próximos dos fines de semana, en la mayor parte del territorio nacional. Agrega que casi siempre la canícula se presenta del 10 al 20 de julio, y aunque en otros años se adelantó a la última semana de junio, considera que eso no ocurrirá este año, debido a que se esperan lluvias considerables, aunque con menos duración. “Se espera una canícula dentro de las fechas normales. La canícula se presentará más con el fenómeno El Niño, porque las lluvias son bastante irregulares”, expresa el meteorólogo. De acuerdo con George, el peor año de El Niño es el segundo, lo que significa que el 2024 será el año en que se sentirán más los efectos de este fenómeno meteorológico, en particular por la inestabilidad de la época de lluvia. Uno de los temores de la falta de lluvia es que aumentará la inseguridad alimentaria. El científico Enrique Pazos, quien analiza el clima en el país, indica que un invierno con menos precipitaciones tendrá consecuencias negativas en la producción agrícola y esto aumentará el precio de los alimentos. Si bien lloverá menos, cada evento puede ser intenso y las inundaciones y otros incidentes pondrían en riesgo a poblaciones en áreas vulnerables, sobre todo en el denominado Corredor Seco. El último período de El Niño tuvo lugar del 2014 al 2016. En esos años la inseguridad alimentario afectó a poblaciones rurales y se incrementaron los índices de desnutrición.