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Nuevos embajadores de Guatemala construyen la política exterior del gobierno actual
El Ejecutivo gestiona una nueva visión sobre política exterior que abone a cumplir las expectativas creadas en la población.
El presidente de Guatemala Bernardo Arévalo de León (c-i) acompañado del secretario de Estado de los Estados Unidos, Anthony Blinken (d), participan durante la tercera Reunión Ministerial de la Declaración de Los Ángeles sobre Migración y Protección este martes en Ciudad de Guatemala El nuevo gobierno busca definir una mejor política internacional. EFE/ David Toro
El gobierno del presidente Bernardo Arévalo cumplirá cinco meses en el poder y en este lapso Guatemala ha marcado una agenda diferente en la política exterior a lo que mostraron los dos gobernantes anteriores. Los reclamos por “injerencia extranjera”, la expulsión y declaración de “non grato” contra algunos embajadores acreditados en el país y los intentos por evitar la toma de posesión de Arévalo pusieron en peligro los recursos provenientes de la cooperación internacional.
Sin embargo, el mandatario, un diplomático casi por naturaleza, pues su padre también lo fue, ha sido desde su elección, en agosto pasado, apoyado por Estados Unidos, la Unión Europea y otros países para gobernar Guatemala luego de su victoria en las urnas. En las últimas horas previas a su toma de posesión el 14 de enero, varios embajadores que acudieron al acto de transmisión de mando emitieron un pronunciamiento leído por el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, para instar al Congreso a cumplir con la juramentación de Arévalo.
“La agenda de la política exterior, creo yo, que es el rostro más presentable de este gobierno. Es donde hay más claridad y rumbo, con acciones más específicas y concretas. Me parece que uno de sus objetivos es volver a Guatemala un país presentable y volvernos a poner en el radar de la comunidad internacional”, expresó Renzo Rosal, analista político. Parte de esa estrategia, añadió, fueron las primeras giras que a inicios de año hizo el presidente por Europa y luego en Estados Unidos. El propio Arévalo manifestó en marzo que Guatemala está pasando por un “momento histórico” en su relación con EE. UU., uno de sus principales socios económicos.
No obstante, el mandatario recibió el Ministerio de Relaciones Exteriores (Minex) con un cuerpo diplomático heredado por sus antecesores en al cargo, Jimmy Morales y Alejandro Giammattei, por lo que se está a la expectativa de los profesionales a quienes colocará para dirigir las embajadas o qué pasará en la relación con Venezuela. El escaso tiempo que lleva al frente del Ejecutivo y su experiencia en política internacional le permiten, según académicos, gozar del beneficio de la duda.
¿Qué ofreció Semilla?
El plan de gobierno 2024-2028 de Movimiento Semilla, el partido que llevó al poder a Arévalo, resume en el apartado “Una ciudadanía sin fronteras. Construyendo una nueva relación con los guatemaltecos en el exterior”, sus objetivos en el tema de política internacional, como duplicar los recursos destinados a los servicios consulares con el fin de ampliarlos y mejorarlos en Q1,850 millones en los próximos cuatro años, establecer un registro voluntario de ADN para facilitar la identificación de personas que han estado sujetas a adopciones, apoyar la creación de un programa del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social que cubra a los connacionales y sus familias en el exterior, crear el distrito 25 para que los guatemaltecos que viven fuera del país puedan escoger a sus representantes en el Organismo Legislativo, entre otras promesas.
“El plan en materia de contenido, o por lo menos lo que está ahí, no refleja lo que está pasando, y cuando uno lee tiene que ver con agendas bilaterales y la agenda migratoria, que no reflejan contundencia ni el cambio de dirección de la política exterior”, opinó Rosal. La Cancillería, a través de su departamento de Comunicación Social, indicó que entre sus objetivos están posicionar a Guatemala como un país democrático respetuoso del estado de Derecho y de los derechos humanos, facilitar el intercambio comercial, la atracción de inversiones extranjeras y la competitividad.
Guatemala tiene relaciones diplomáticas con 163 países, 42 embajadas residentes en el exterior, 63 concurrencias desde 23 países, 30 países con los que se mantiene relación diplomática a través de la misión en Nueva York ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y cuatro misiones ante organismos internacionales, según datos oficiales.
Los elegidos
Entre los fichajes del mandatario destaca el canciller, Carlos Ramiro Martínez, antiguo amigo y colega suyo, un diplomático de carrera que fue viceministro en 1994-1995, 2004-2006, 2015-2017 y 2020-2022. Durante la transición de gobierno fue el encargado de recibir la información del Minex para la gestión actual. Francisco Villagrán de León, asesor en temas de política exterior del mandatario, fungió como vicecanciller y embajador ante EE. UU., la ONU, la OEA, así como en Canadá, Alemania y Noruega.
Hugo Beteta, director de la sede subregional en México de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) por 15 años, fue designado en abril como embajador en Estados Unidos. Antes de estar en ese organismo internacional fue titular del Ministerio de Finanzas y de la Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia. La mayoría del cuerpo diplomático que acompaña al nuevo gobierno distribuido en las diferentes embajadas y representaciones por el momento no ha experimentado cambios.
Se consultó con el Minex qué decisión tomará en relación con Frank Smile y Sandra Estefania, de apellidos Flores Mayorga, asignados en las embajadas de Alemania y Francia, quienes son hijos de la pareja del excandidato presidencial y exdiputado Manuel Conde, como dio a conocer el medio digital Vox Populi, pero no respondió. “Más que una tendencia ideológica en cuanto a su política exterior, lo que se observa es una alineación con la agenda de EE. UU. En otros momentos lo que se veía eran acciones para congraciarse con dicho país, lo cual es diferente. Pero esto es ahora, con un gobierno demócrata.
Aunque EE. UU. tiene políticas de Estado en materia de relaciones exteriores sobre varias temáticas, y estas no cambian más allá del partido de gobierno, hay otras en las que tanto los demócratas como los republicanos tienen intereses diferenciados. Habrá que esperar a las elecciones de noviembre para ver si el contexto cambia”, expuso Virginia Pinto, investigadora de la Asociación para la Investigación y Estudios Sociales.
“Es muy pronto para mencionar aciertos y desaciertos, considero que debe transcurrir más tiempo para comenzar a ver si lo que se ha hecho o se ha dejado de hacer en los primeros meses como parte del proceso de cambio de gobierno en materia de relaciones exteriores tuvo consecuencias positivas o negativas”, añadió.
En estos meses de Arévalo como presidente, dos de los analistas entrevistados destacaron la mediación que protagonizó el mandatario en el Comité Olímpico Internacional para lograr que Guatemala participe con la bandera del país en las olimpiadas que se celebrarán en París, Francia, en los próximos meses. Uno de los retos de este gobierno será mantener la misma relación con EE. UU. si este país cambia de gobernante.
Influencia extranjera
“Guatemala está tratando de recuperar alianzas que se habían terminado con los dos anteriores gobiernos y ahora hay una dinámica diferente. Desde luego, el presidente es un exdiplomático de carrera que entiende las relaciones internacionales y la importancia de la política exterior de un país”, comenta Mónica Pozuelos, catedrática de Relaciones Exteriores de la Universidad Rafael Landívar.
La imagen de Guatemala en el exterior y las relaciones con varios países y organismos extranjeros vivieron sus peores momentos cuando arreciaron los reclamos de “injerencia extranjera” y la expulsión de embajadores.Todo comenzó con el expresidente Morales como parte de la batalla que emprendió para disolver a la extinta Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (Cicig), ente que denunció, a través de sus investigaciones, importantes estructuras de corrupción y que llevó a la cárcel a gobernantes, políticos y empresarios.
Eso causó que Morales declarara en el 2017 “non grato” al entonces jefe de Cicig, el colombiano Iván Velásquez, a quien después se le impidió el ingreso al país. Al año siguiente, en el 2018, los embajadores de Suecia, Anders Kompass, y Elena Alicia Salcedo, de Venezuela, fueron señalados por la Cancillería guatemalteca, a cargo de la ahora diputada Sandra Jovel, de “interferir con los asuntos internos”, quien pidió a los respectivos países que los retiraran. En esa ocasión el G13, un grupo de nueve países y seis organismos internacionales, respaldó a Kompass y rechazó la decisión de Jovel.
Remociones y nombramientos
01/03/2024 Érick Estuardo Escobedo Ayala, retirado como embajador en Marruecos. El costo del boleto fue de Q35,200.00, pues viajó con su esposa y dos hijas. 05/03/2024 Jairo Estrada, removido como embajador en Turquía. Viajó con su esposa e hija, y el gasto del boleto fue de Q89,256.00. 12/04/2024 Eduardo Enrique Hernández Recinos volvió a su puesto de embajador en Turquía. El costo de los boletos fue de Q36,387.00, pues viajó con dos hijos. 15/04/2024 Diego Alejandro Ubico Aguilar, retirado como embajador en Japón. El gasto del boleto fue de Q85,360.00, ya que viajó con su esposa y dos hijos. 15/04/2024 Willy Alberto Gómez Tirado, removido como embajador en Emiratos Árabes Unidos. El costo del boleto fue Q36,403.00, ya que viajó con su esposa e hija. 19/04/2024 Ricardo Joaquín Paganini Milán volvió al puesto de vicecónsul en Houston, Texas, Estados Unidos. El costo del boleto fue de Q34,940.00, y viajó con esposa e hijos. Fuente: Guatecompras