Él vestía de un traje de color rojo carmesí que se acompaña de su abundante barba del color de la nieve, que deslumbraba el brillo y la magia de una de las temporadas más alegres del año: la navidad.
Al verlo, las personas quedaban admiradas e inmediatamente sacaban su teléfono celular para fotografiarle. ¿Qué hacía Santa Claus en una calle de la ciudad durante un día de junio?
Debido a que todos saben que este personaje mágico utiliza sus mejores galas en los últimos meses del año —entre noviembre y diciembre—, la escena fue inusual, pero tiene una gran historia.
El personaje sonriente y bonachón estaba personificado por Juan Pablo García Murga, quien le da vida al Papá Noel de Guatemala. Esta es la razón por la que vistió sus mágicas prendas en el umbral de la lluvia.
El hombre detrás del espíritu navideño
Juan Pablo ronda entre su cuarta y quinta década de vida, con una edad de 43 años, pero interpreta un personaje que a simple vista refleja más de 60. En las redes sociales y en el mundo artístico es conocido como el Jojojo, una expresión característica de Santa Claus. Él cuenta con una familia que se integra de su esposa y dos hijos, de 3 y 6 años, y actualmente vive en cercanías de la zona 16, un lugar céntrico que le facilita movilizarse a sus presentaciones artísticas.
Los inicios artísticos del Jojojo se remontan a su niñez y a los primeros años de su juventud, pues nació en una familia de artistas. El padre del Papá Noel chapín era el Mago Murga, personaje interpretado por Jorge García Murga, conocido por sus características presentaciones del Multi Show Infantil.
Según narra, su papá compró un traje de Santa Claus para incorporarlo a los espectáculos que ofrecía, sin embargo, nunca lo utilizó.
Al ver en el olvido al traje, Juan Pablo comenzó a usarlo y a realizar presentaciones para sus amigos y familiares; pero todo estaba por cambiar… En una ocasión un conocido le preguntó si deseaba participar de un evento vestido de Santa Claus, para que los niños pudieran tomarse fotos con él, a lo que respondió que sí. Desde ese momento nunca más se “quitó” el atuendo carmesí, y hasta la fecha sigue en la tarea de fabricarle sonrisas a las personas que viven la magia de la navidad.
Este momento fue el inicio de una aventura que lleva más de ocho años, y que se proyecta que continuará. Además, la interpretación de Santa Claus le ha permitido a Juan Pablo transformar su vida, por lo que ahora se define como: “Soy una persona entusiasta y apasionada en lo que hago, por lo que doy lo mejor de mí en cada interpretación”.
Desde el “polo guatemalteco” hasta Brasil
Las invitaciones para los eventos en los que participa Juan Pablo le llegan a través de llamadas telefónicas y mensajes de WhatsApp, en los que coordina los costos del servicio, que dependen de la distancia a la que se tenga que movilizar y el día en que deba presentarse, habitualmente el precio ronda entre Q1 mil y Q2 mil. Lo más lejos que ha ido a dar un espectáculo es a Quetzaltenango.
Debido a esa entrega, su personificación no ha pasado desapercibida. Múltiples han sido sus actuaciones como Santa Claus, al punto que sus botas, barba, abrigo y trineo lo llevaron a hacer eco internacional.
En el minicontinente de América, el pintoresco Brasil, existe una de las pocas instituciones que se especializa en formar a las próximas generaciones de los Papás Noeles. La Escola de Papai Noel do Brasil (en español, la Escuela de Papás Noeles de Brasil), es una organización que se fundó en 1993 y que acoge a los protagonistas que interpretan a Santa Claus en una de las temporadas más alegres del año.
En su mayoría los integrantes de la escuela son brasileños, quienes participan en las actividades de formación que organiza la institución. Sin embargo, este año fue la excepción, pues en el marco de la celebración de sus 30 años de fundación, organizaron el IV Encuentro de Papás Noeles, evento en el que participó Juan Pablo como representante de la tierra que vio nacer al quetzal: Guatemala.
El encuentro se llevó a cabo del 16 al 18 de junio en el Centro Municipal de Artes Calouste Gulbeinkian de Río de Janeiro, lugar en el que el Jojojo impartió la conferencia Vivencias de Santa Claus por el mundo. Según narra Juan Pablo, en la actividad la mayoría de los participantes eran mayores que él, “señores que pasaban de los 60 años”, dice. Esta edad les permitía caracterizar más fácilmente al personaje navideño.
El encuentro finalizó con un desfile por las principales avenidas de Río de Janeiro, en el que participarán todos los Santas invitados.
¿Tu papá es Santa Claus?
Entre los primeros meses del año, Juan Pablo no se deja la barba, pues luego de las celebraciones navideñas recurre al barbero para afeitarse. Sin embargo, cuando llega la temporada lluviosa es el momento justo en el que deja crecer la barba, esto con el fin de tenerla “perfecta” para su interpretación de fin de año.
Durante este tiempo, su rostro va adquiriendo los rasgos característicos del Santa Claus, por lo que no faltan los comentarios de sus hijos al decirle: “¡Papi, ya mero es navidad!”.
La impresión de la barba no es única en los hijos de Juan Pablo, porque también los “amiguitos” de ellos se emocionan al verlo, y aprovechan a preguntarle si él es Santa Claus. En broma también suelen decirles a sus hijos que su papá es el hombre que les lleva regalos para la navidad.
El día de los eventos la jornada de trabajo del Santa Claus chapín inician con su aseo personal, para luego seguir con su transformación artística que se integra de la actuación, maquillaje y la vestimenta. Sin dejar, por un lado, el amor que le da su público, que en su mayoría son niños, aunque también hay personas mayores, todo depende del espíritu con el que vivan la navidad.
En el caso de la vestimenta, el traje de Juan Pablo es único, porque integra elementos propios y con un simbolismo que fortalece la época de fin de año. Él utiliza una corbata con fondo de manzanas que encarnan la fraternidad y elegancia, además, emplea un overol que representa a Santa Claus como obrero que trabaja en favor de mantener la esencia de la navidad.
Un abrigo complementa el vestuario, este es de color rojo y expresa el origen del personaje, el Polo Norte. El gran cinturón que lleva en su cintura tiene relieve de un reno, que referencia a Rudolph, el ayudante más mediático de Santa Claus. Otros accesorios que suman a la caracterización son los guantes blancos que hacen alusión a las buenas intenciones, y finalmente el gorro que indica la libertad de compartir con los demás.
Alegría en medio de la enfermedad
A pesar de tener contrataciones privadas, Juan Pablo dedica tiempo a realizar actividades de caridad que le permiten retribuir a la sociedad con una sonrisa en el alma de las personas. El más reciente evento en el que participó fue el que organizó el Hospital San Juan Pablo II para la temporada navideña del 2022, en el que compartió con los niños enfermos del centro hospitalario.
Durante su presentación entregó algunos regalos que había recaudado el hospital, lo que alegró a los niños y les permitió traer a su mente los recuerdos más dulces de aquel señor de traje rojo que les llevaba regalos en el día de navidad, llamado Santa Claus.