Se trata de un proyecto para el que, según el gerente general de la Empresa Municipal de Transporte, Eddy Morataya, se necesitan al menos 36 meses para que empiece a funcionar, es decir, tres años; ese tiempo no incluye los procesos de licitaciones, estudios y aprobaciones en el Congreso de la República.
Según Morataya, en países como Colombia el metro subterráneo costó entre US$100 a US$120 millones el kilómetro, mientras que un tren de superficie, por no tener necesidad de excavación, podría costar aproximadamente US$40 millones por kilómetro.
El proyecto en Guatemala es ambicioso y plantea la integración de espacios subterráneos y aéreos para que el metro pueda desplazarse; además, de utilizar espacios de la línea férrea.
Morataya explicó que el gobierno hizo un censo sobre las familias que viven sobre la línea férrea e identificó que los habitantes del barrio Gerona, otro grupo del norte de la ciudad y uno más en cercanías de la calzada Atanasio Tzul, deberán ser reubicados en viviendas estilo apartamentos, proyectos habitacionales que están contemplados en el presupuesto del metro.
Para que el proyecto funcione, es necesario la construcción de 10 obras entre puentes y pasos a desnivel, de los cuales solo cuatro han sido construidos.
Morataya recordó que hace unos días se reunieron en la Municipalidad de Guatemala para conversar sobre los temas de movilidad urbana, específicamente los sistemas masivos.
Dijo que el alcalde efectuó una presentación con el presidente electo Bernardo Arévalo, para explicar la estructura de los planes para la metrópoli.
Resaltó que Arévalo mostró interés y también llevó una primera propuesta para el proyecto, la cual era iniciar al final del Bulevar San Cristóbal y por medio de un puente cruzar el barranco que divide la zona 11 con Mixco, esto como parte del recorrido.
La propuesta está en estudio y se ha compartido con los proyectos de la municipalidad, ya que pueden conjugarse para darle una mejor opción a los usuarios.
Indicó que por parte de la comuna han avanzado en los proyectos, uno es en el eje norte sur, sobre el derecho de vía del ferrocarril. Esta parte del proyecto iniciaría en la Centra Sur hacia la Centra Norte, un trayecto de 20 kilómetros.
Además, la comuna ha trabajado en cuatro pasos a desnivel en la calzada Atanasio Tzul, pues el objetivo es colocar el metro de superficie que recorrería la referida calzada, pasaría por Pamplona, La Terminal y llegará hasta el límite entre las zonas 1 y 6 como parte del recorrido.
Destacó el inicio de los trabajos del Puente Belice II que servirá de apoyo para la circulación, ya que en el nivel inferior circularía este metro de superficie.
También han hecho estudios en el corredor desde Mixco, desde el puente El Caminero y otra parte del proyecto usaría la calzada San Juan hasta llegar al área de El Guarda y culminar en el trébol de Vista Hermosa.
Resaltó que los estudios permiten tener el presupuesto que se ajusta a la realidad de Guatemala y también repercute a que el costo de construcción no les afecte a los usuarios.
Explicó que lo más conveniente es que la velocidad comercial de este sistema de transporte puede ir desde los 28 a 50 kilómetros por hora, y esté separado de la velocidad del tráfico, pues al final el beneficiado será el usuario.
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Morataya resaltó que la ventaja es que hay derecho de vía sobre la línea del tren y habrá colocación de plumas en el área de Gerona.
Anunció que las líneas de TuBus será alimentadora del Metroriel.
Agregó que al final no es un proyecto de la ciudad de Guatemala, se trata de un proyecto del área metropolitana. Aún quedan pendientes seis obras que servirán para el Metroriel, entre estas el Puente Belice II.