jóvenes aprenden el manejo del agua y la siembre
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Aplican técnicas de riego y poscosecha de Israel en primeros centros agrícolas en Guatemala
La Escuela Nacional Central de Agricultura ha habilitado espacios para la capacitación con tecnología israelí.
La Escuela Nacional Central de Agricultura (ENCA) con el apoyo financiero, técnico y científico del Gobierno de Israel capacita personal guatemalteco.
En la Escuela Nacional Central de Agricultura (Enca), ubicada en Bárcenas, Villa Nueva, a unos 20 kilómetros de la ciudad de Guatemala, funciona desde 2022 el primer centro de modernización y capacitación agrícola en Latinoamérica. Este proyecto, financiado e implementado por el estado de Israel a través de la Agencia Israelí de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Mashav) y la embajada de Israel en Guatemala, costó US$100 mil.
Los fondos se usaron para construir, en un área de siete mil metros cuadrados, salones para capacitación, viveros para cultivos de hortalizas, granos básicos y frutas cultivadas al aire libre y bajo cobertura. Otro destino de esos fondos fue la edificación de un área demostrativa para poner en marcha técnicas de riego, fertilización y protección vegetal.
De acuerdo con la información oficial, Mashav es la responsable de optimizar la transferencia de capacidades tecnológicas y el enriquecimiento académico de estudiantes, docentes y extensionistas del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (Maga), en innovación en sistemas de riego, modelos de invernaderos, producción de hortalizas, árboles frutales, granos básicos y pasto para forraje de ganado.
Israel, de acuerdo con las autoridades guatemaltecas, es un país pionero y referente mundial en técnicas modernas de agricultura, y ha sido significativo el aporte que le ha dado al país en materia agrícola. La operación de las instalaciones contó con el apoyo de expertos israelíes, catedráticos de la Enca y personal técnico del Maga.
Transferir saberes
Se estableció un programa de “capacitaciones teórico-prácticas para extensionistas de diferentes partes del país, líderes de productores y estudiantes de la misma escuela nacional donde se asentó este centro”, según los impulsores del proyecto. Hasta ahora, unas mil personas han recibido capacitación, y la idea es replicarlo por todo el país. El proyecto fue inaugurado en junio de 2022 y en el acto participó el embajador de Israel en Guatemala, Mattanya Cohen. Dicha apertura se anunció “como la primera finca modelo en Latinoamérica sobre modernización y capacitación agrícola”.
La primera tarea del proyecto fue capacitar a ingenieros agrónomos del Maga para transferirles los conocimientos de Israel. Luego, estos han transmitido esos conocimientos a otros sectores, profesionales, estudiantiles y agricultores de todo el país. El proyecto promueve mejores oportunidades de aprendizaje, para garantizar una educación agrícola de calidad, aseguran ambas naciones.
El proyecto se implementa en una finca modelo, con un área de siete mil metros cuadrados —una manzana—, en la cual se construyeron invernaderos para cultivos de hortalizas, frutas y granos básicos, así como frutas cultivadas al aire libre. Este centro cuenta con un área demostrativa para implementar técnicas de riego, fertilización, acuicultura y protección vegetal. Además cuenta con un salón de estudio que facilitará el aprendizaje en la teoría y práctica de los procesos de la agricultura. Un experto israelí da seguimiento a la inducción, capacitación y práctica en aspectos de riego, invernaderos de malla, campo abierto, irrigación y fertilización moderna, así como estación de meteorología y varias técnicas de cultivo moderno poscosecha y más.
También se cultivan verduras, frutas y granos básicos, en un sistema moderno adaptable a las condiciones del clima, para contribuir al desarrollo social de los agricultores. Según se informó, se eligió la sede de la Enca porque esta institución se ha encargado desde hace 103 años de formar estudiantes en agricultura, que es una de las bases fundamentales para el desarrollo de un país como Guatemala. Desde febrero pasado, la experta de Mashav en Guatemala, Galit Chouchena, es quien administra el centro de capacitación y modernización agrícola en Guatemala.
Este, según la embajada de Israel, es el primero de su tipo establecido por Mashav en América Latina, en cooperación con la Enca y el Maga. “El proyecto sirve como centro para la transferencia de prácticas y tecnologías agrícolas israelíes modernas, promoviendo una educación agrícola de calidad para lograr el objetivo general de optimizar y mejorar la producción agrícola a nivel nacional”, dice Chouchena. Agrega que la llegada de este proyecto es una prueba de la amistad entre ambas naciones desde hace muchos años.
La idea, dice la experta agrícola, es dar y combinar información y conocimientos de agricultura israelí para aplicarlos a las necesidades de Guatemala. El objetivo final, asegura Chouchena, es “llegar a las comunidades indígenas más alejadas del país, que es donde realmente se necesita buscar formas para asegurar la seguridad alimentaria por medio de una agricultura sostenible”.
“Tratamos de combinar con las técnicas que usamos en Israel, que tiene muy buenos resultados. Hacer uso correcto del agua, que veo que acá en Guatemala hay mucha, más que en mi país, pero en problemas por la contaminación”, explica.
La idea es que las personas aprendan a usar los recursos con que cuentan, “sin invertir grandes cantidades económicas, pero sí hacerlo en forma sostenible”, sugiere.
Estuardo Almazán, profesional de la Dirección de Desarrollo Agrícola del Maga, explica que el uso de la tecnología israelita conlleva utilizar materiales que se encuentran fácilmente en Guatemala. Lo segundo, añade, es saber qué poner, qué tecnología es la precisa para determinado cultivo. El riego es la base fundamental, y es lo que en Israel han perfeccionado a lo largo de su historia y en esta finca modelo de la Enca. Esta cuenta con una central de control electrónico fabricada en Israel, que se encarga de irrigar o fertilizar los invernaderos. Todo lo programa un operario.
Según Almazán, el objetivo es hacer más rentable la producción agrícola, así como también generar una agricultura protegida por medio de los invernaderos, además de usar la tecnología para mejorar el producto final. “Acá tenemos hermeticidad contra todo tipo de plagas que están afuera —de los invernaderos—. Nosotros no podemos controlar a los insectos, nunca nos vamos a deshacer de ellos, pero acá sí van a estar controlados”, asegura.
“En el centro capacitamos a todos los que quieran aprender”, refiere Almazán. “Hemos atendido a unas mil personas que quieren sembrar y tienen dónde hacerlo, pero buscan un sistema de riego eficiente. A eso han venido, a aprender qué sistema de riego –de tecnología israelí– les conviene. Almazán es consciente de que el cambio climático, el uso de pesticidas y el mal uso del recurso hídrico son amenazas a las que se enfrentan, y en estas hacen hincapié en las capacitaciones. “Usar un sistema de riego en cinta, por goteo, supone una oportunidad para ahorrar agua”, explica.