Seis meses después de haber obtenido el 58% de los votos válidos en la segunda vuelta electoral de los comicios, Arévalo y Herrera llegarán al poder orientados en implementar acciones que puedan combatir la corrupción.
La transmisión del mando presidencial comenzó ayer, con una serie de actividades protocolarias, como el arribo de las misiones especiales presididas por jefes de Estado de otras delegaciones internacionales, así como una recepción ofrecida por el presidente Alejandro Giammattei Falla a los jefes de delegación. Sin embargo, es la agenda de este domingo 14 la más destacada entre los protocolos para la investidura.
Roberto Alejos, asesor político, expresidente del Legislativo (2009-2011) e integrante de la Asamblea Nacional Constituyente de 1985, explica que hoy, durante la sesión solemne, el Congreso deberá oficializar las credenciales de los nuevos diputados, así como elegir una nueva junta directiva y, posteriormente, acreditar al binomio electo.
Aunque toda la sesión solemne podría realizarse en el hemiciclo del Congreso, los protocolos se han modificado de manera que son realizados en al menos dos instancias diferentes, para asegurar una asistencia más abierta. “La costumbre ha sido declarar un receso, suspender la sesión —en el Congreso— y trasladarla a un lugar donde haya más público”, explica Alejos.
La flexibilidad el protocolo también puede modelar el lugar donde se escuche el discurso del presidente saliente: “Si no da su discurso en el Congreso, puede continuar y darlo en el otro lugar”, explica el constituyente.
Indistintamente del espacio donde el mandatario saliente dicte su discurso, deberá entregarle allí la banda presidencial a la junta directiva, que posteriormente se la otorgará al nuevo presidente, junto a otras insignias, como la llave que protege la urna donde se encuentra la Constitución de la República.
De acuerdo con Roberto Alejos, la historia nacional de los protocolos en las transiciones de poder ha sido configurada a partir de los simbolismos militares.
“Se debe reconocer el tema desde nuestra supuesta independencia en 1821. Han pasado tantos años en los que los presidentes de la República han sido militares y entonces los actos protocolarios son de ese mismo calibre”, señala Alejos, quien además enfatiza que distintivos como la banda marcial suelen ser implementados para “encabezar” la sensación de solemnidad.
Aunque se trata de un protocolo con puntos inamovibles y formas que pueden variar, lo cierto es que la sesión solemne de este 14 de enero podría no ocurrir a tan anchas magnitudes. Según apunta el expresidente del Legislativo, “el Congreso se puede reunir sin necesidad de estas convocatorias —protocolarias—”, puesto que el nuevo presidente ya habría sido oficializado por el Tribunal Supremo Electoral.