La campaña consiste en trasladar el Cardumen Plástico a varios lugares y así ampliar la conciencia ambiental de la población, según los encargados del proyecto, quienes ven con satisfacción que Santa Catarina Pinula se sume a los esfuerzos por regular el uso de productos plásticos de un solo uso.
Santa Catarina Pinula es el primer municipio del área metropolitana a donde llega el proyecto; además, se informó que ese municipio es el número 13 a escala nacional en unirse a la lucha para eliminar el uso de plásticos.
En la sesión del Consejo Municipal de Desarrollo del 1 de diciembre del año pasado en el municipio se dio a conocer que el 22 de noviembre de ese mismo año, los concejales aprobaron un acuerdo para la eliminación de bolsas plásticas, pajillas, duroport y sus derivados, con el fin de reducir la contaminación ambiental.
El Cardumen Plástico se ubicará durante dos semanas en la cuchilla que conecta la 20 calle con la Carretera a Muxbal y el ingreso a Santa Catarina Pinula, pues este es un punto de tráfico denso.
Para Sergio Izquierdo, director de Rescue the Planet, es importante que instituciones, organizaciones, empresas, comunidades, centros educativos se sumen a este movimiento.
“Con estos peces de 4.70 metros por 2.50 se pretende hacer consciencia del gran daño que estamos causando a los ecosistemas marinos y al medioambiente por la acumulación de plásticos desechables”, dijo Izquierdo.
“La solución no es recoger o reciclar el plástico desechable que se encuentra en ríos, lagos, océanos, bosques, carreteras y en todo lugar. Necesitamos evitar de origen el uso del plástico desechable. “Si no “cerramos el chorro” de consumo de plástico, nos ahogaremos en él”, expresó Izquierdo.
Agregó que es urgente plantear alternativas para no agravar más la situación; por ejemplo, utilizar pachones reutilizables, botellas de vidrio, bolsas de telas reusables o de papel, entre otras acciones que en conjunto harán la diferencia.
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente publicó que ocho millones de toneladas de plástico terminan en el mar cada año, y que para el 2050 el 99% de aves marinas habrán ingerido algún tipo de plástico y habrá más plástico que peces por peso en el mar.
Opiniones encontradas
El consumo y producción de artículos de plástico agita las aguas en el país. Por un lado, los ambientalistas urgen a “cerrar el chorro” —detener la fabricación— para disminuir la contaminación ambiental, pero los productores proponen alternativas que van pasan por la reutilización y educación ciudadana, además de ser una industria que contribuye con la economía de miles de familias, pues cada año genera US$1 mil 200 millones —Q8 mil 984 millones—.
Pero ¿qué pasaría si en Guatemala se prohibiera el plástico?. Sería algo catastrófico para la industria de producción y comercialización de esos productos, pues esta representa el 2% del Producto Interno Bruto del país y que, además, ofrece 25 mil plazas de trabajo directos y más de cien mil indirectos.
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En declaraciones anteriores, Rolando Paiz, presidente del Comisión de Plásticos de la Asociación Guatemalteca de Exportadores (Agexport), afirmó que no se imagina la vida sin plásticos, pues, según él, este está presente en todo, desde los cepillos dentales hasta las computadoras de la oficina, y por eso, a su criterio, sería imposible vivir sin esos productos.
“Definitivamente no se puede vivir sin plástico y no creo que haya alguien que quiera vivir sin él”, asegura Paiz, quien agrega que mientras una nación tiene más desarrollo se incrementa el uso del plástico.
Paiz está consciente de que en el país hay una sobreutilización de plástico desechable, aunque asegura que eso es responsabilidad de los ciudadanos, quienes deben decidir qué tantos de esos productos necesitan. “El guatemalteco tiene que hacerse responsables de su basura y entonces entenderá que no necesita muchos de los empaques que les dan”, dijo el empresario.
La prohibición de la venta de plásticos desechables en varios municipios preocupa al sector de producción, pues de acuerdo con sus representantes, si esa tendencia continúa, miles de empleos están en riesgo y la contaminación ambiental aumentaría de manera alarmante, porque, por ejemplo, las 400 toneladas de plástico que todos los días se sacan del relleno sanitario de la zona 3 capitalina para ser recicladas se quedarían allí, con destino incierto.
Eso es lo que dicen representantes de la Asociación de Plastiqueros y Recicladores de Guatemala (Asoprecgua), quienes aseguran que el plástico no es el problema, sino la falta de políticas de gestión ambiental a través de las cuales los guatemaltecos aprendan a clasificar sus desechos y que las municipalidades asuman el rol que les corresponde en el tema de la basura, la cual, bien manejada, se puede convertir en una alternativa de generación de recursos.
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