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La cultura coreana cautiva en Guatemala y los jóvenes se identifican cada vez más

Por medio de la música, las barreras geográficas y del idioma fueron rebasadas para acercarse a la cultura surcoreana.

La cámara Guatemalteco Coreana de Comercio lleva acabo en el Palacio de la Cultura el encuentro Cultural 2018 donde participan niños adultos Coreanos y Guatemaltecos. 

Fotografía. Erick Avila:                       08/09/2018

Los primeros grupos de baile, que se dedicaban a imitar las coreografías y vestuarios, se pusieron de moda en el país entre el 2007 y 2008.(Foto: Prensa Libre)

En la zona 7 de la ciudad de Guatemala hay una avenida llamada Seúl. Es un espacio dedicado a Corea e incluso los alrededores son conocidos como barrio coreano, que abarca de la 32 a la 37 avenidas de la calzada Matero Flores.


A los restaurantes y negocios del lugar asisten coreanos que residen en Guatemala, pero también nacionales de diferentes edades visitan la zona para conocer más de la cultura asiática.


Más que un pasatiempo, para muchos guatemaltecos la cultura coreana en el país es una manera de vivir y se ven atraídos por la música, programas de entretenimiento, el idioma, la comida y las costumbres.


Sus inicios


El fenómeno surcoreano invadió todo el mundo a mediados de los años 1990, cuando surgió la palabra hallyu, que significa ola coreana, la cual hace referencia al crecimiento de la popularidad de esa cultura y su arte en otros países.


De acuerdo con los registros de la página web de la República de Corea, la ola coreana surgió luego de que el país asiático estableció relaciones diplomáticas con China, en 1992, y luego. a inicios de los 2000, llegó a Japón.


La ola coreana alcanzó a Guatemala entre el 2008 y 2009. Se inició con la música, específicamente con el K-Pop. Los jóvenes de esa época interesados en el contenido de entretenimiento asiático también se inclinaron por el arte surcoreano.


Fernanda Damián, quien fue integrante de un grupo de baile de K-Pop, recuerda que su interés por la cultura coreana surgió porque era fanática del animé. Con el paso del tiempo se interesó en las novelas surcoreanas y en la música.


“—Empezó— hace un montón, cuando ya teníamos acceso todos a internet, pero no eran tan grandes las redes sociales. Teníamos Facebook, pero no era tanto. Siento que todo el K-Pop creció con Instagram”, comenta Damián.


Los primeros grupos de baile, que se dedicaban a imitar las coreografías y vestuarios, se pusieron de moda en el país entre el 2007 y 2008.
Algunos de los primeros fueron las Yizipops, que aún existe y está integrado por señoritas, y los B44th, que era de varones, aunque se disolvió hace varios años.


Jennifer Rodríguez, fundadora de Yizipops, detalla que el grupo se inició entre amigas que se aprendían las coreografías y las practicaban para poder presentarlas en las convenciones de animé que ya se celebraban en Guatemala.


Explosivo 2015


Damián y Rodríguez coinciden en que hubo un crecimiento exponencial cerca del 2015, aumentó la cantidad de grupos, de eventos e incluso ventas de productos coreanos.


Eventualmente se empezaron a presentar eventos solo de K-Pop. Rodríguez y Damián son parte del grupo que organiza uno de los más esperados por los fanáticos, conocido como K-Day.


La primera edición de este espectáculo fue en el 2015, y la de 2024 se presentó hace algunas semanas. En esta se contó con el apoyo de la embajada coreana y con el patrocinio de una empresa de agua carbonatada, pues la marca recién había lanzado una versión de la bebida inspirada en la ola coreana.


“Los primeros tres eventos fueron totalmente, nosotros sin ningún tipo de patrocinio ni apoyo de ninguna entidad ni empresa. La Embajada, al ver que la actividad crecía y que era de cultura coreana, se interesó porque no había un evento así en el país”, comenta Rodríguez.


En la logística de la actividad también participa la Asociación de la Unificación Pacífica de las dos Coreas.


“Deseamos que a través de diplomacia pública los guatemaltecos puedan conocernos y que puedan disfrutar de nuestra cultura e historia, para que los puedan enriquecer de la diversidad cultural. Somos testigos del crecimiento de la cultura coreana en Guatemala, ya que observamos que los guatemaltecos están muy presentes, con contenidos culturales y gastronomía”, indicó la Embajada.


Fomenta la amistad


La Embajada considera que el acercamiento entre las dos culturas ha estrechado los lazos de amistad entre ambos países, lo cual ven positivo y reconocen que a través de la música se han roto las barreras del idioma para quienes se interesan en la cultura coreana.


“Como Embajada de la República de Corea en Guatemala hacemos todo el esfuerzo para crear actividades culturales para brindar mejores experiencias para aquellas personas que aman nuestra cultura”, señaló dicha sede diplomática.


Identificación


Francisco Lemus, profesor de la Escuela de Ciencia Política de la Universidad de San Carlos (Usac), profundizó en el momento en el que los coreanos empezaron a llegar al país.


Recuerda que fue cerca de la década de 1980 cuando empezaron con pequeñas inversiones en el mercado textil.


“Poco a poco ha habido una dinámica de identificación y las comunidades coreanas también se van a identificar acá; se asientan, a tal grado que ya escogen este lugar para vivir propiamente como tal y parte de su cultura la empiezan a instalar aquí”, refiere.


Desde su punto de vista, el crecimiento de la ola coreana en el país se relaciona directamente con la falta de identidad con la cultura guatemalteca luego de la conquista española.


“Ese proceso va a determinar que no que nosotros no vamos a tener una identidad cultural propiamente, y eso nos conlleva a identificarnos con otras culturas”, explica.


Aunque también considera que el acercamiento con otras culturas se facilita por la globalización.


Rodríguez y Damián reconocen también que las redes sociales jugaron un papel crucial en el incremento de la ola coreana en Guatemala.
No solo por grupos reconocidos como Bantang Soneyondan (BTS), sino también por los mismos conjuntos de baile.


Damián destaca que todos los aspectos de su vida están influidos por la cultura coreana: habla el idioma, ha viajado al país, trabaja en una empresa coreana e incluso en sus tiempos libres se divierte con contenido de entretenimiento asiático.


“Todo empezó como un hobby y ahora es una parte muy importante de mi vida, ya que las oportunidades que he tenido también han sido gracias a eso. La verdad es que me enamoré”, resalta.


Actividades propias


Además de las actividades que organiza la embajada coreana y el K-Day, los grupos surcoreanos tienen eventos internacionales en colaboración con marcas que llevan a aglutinar grandes cantidades de fanes. BTS ha lanzado conciertos que se proyectan en cines de varios países, y Guatemala no ha sido la excepción. Cada vez que se da este tipo de presentaciones, decenas de fanáticos acuden a los centros comerciales.


Comúnmente acuden también las fanbases, quienes organizan concursos antes del inicio de las películas. Otras preparan recuerdos para las personas que acuden.


En 2022, un restaurante de comida rápida lanzó un menú con temática de la misma banda, lo que reunió a varios seguidores de todas las edades que acudieron para adquirir el menú, que incluía dos salsas especiales con sabores cercanos a la gastronomía coreana elegidas por los siete miembros de la banda.


Los eventos alrededor la cultura coreana no se limitan al K-Pop. En el Centro de Aprendizaje de Lenguas (Calusac) se imparte el idioma coreano y a veces se organizan convivencias en las cuales los estudiantes pueden degustar recetas surcoreanas como kimbap, kimchi y barbacoa coreana. Además, tienen la oportunidad de aprender más sobre las tradiciones del lugar.

ESCRITO POR:

Fátima Najarro

Periodista de Prensa Libre especializada en el Organismo Ejecutivo, fiscalización y política, con varios años de experiencia en medios escritos.