¿Cuál es el estado del puente?
Hace un año hicimos estudios para determinar el margen de seguridad de cada componente de la superestructura del puente. Comparamos los esfuerzos producidos por las cargas actuales en contraposición con los esfuerzos permitidos por los códigos de fabricación.
Con las pruebas de campo se logró determinar que varios elementos —piezas— están por superar su capacidad, solo tiene un margen pequeño de seguridad. Si hubiese unidades fatigadas, el escenario es diferente.
Hicimos varias recomendaciones, una de ellas es que es preponderante realizar un estudio teórico del Estado Límite de Fatiga, que permita determinar el nivel de esfuerzo de cada pieza por medio de la aplicación de modelos de carga viva —carga dinámica cíclica—.
También recomendamos que se hiciera una evaluación cada mes, durante un año, para determinar el comportamiento de las vibraciones. Lástima que solo se hicieron las pruebas durante tres meses.
¿Existe riego de que se desplome?
En el lenguaje coloquial, las personas relacionan cualquier deformación o vibración del puente con un estado de colapso, lo cual no necesariamente es cierto.
El puente produce una vibración fuerte, por lo que se recomendó que se nivelara la carpeta de rodadura, donde pasan los vehículos. En los 240 metros de longitud que tiene la estructura hay tres tramos que necesitan que se ajusten para evitar una vibración anormal.
Actualmente, debido al desnivel, cuando pasa un vehículo pesado en una de las uniones provoca vibraciones anormales y puede ocasionar daños en la superestructura del puente. Una de las recomendaciones que se hizo fue nivelar la carpeta, para evitar vibraciones alarmantes para el usuario.
¿Terminó la vida útil del puente?
A pesar de su estado de servicio y estado límite de resistencia no muestra deterioro a simple vista, pero es probable que tenga fatiga. Las fallas por fatiga son repentinas en las estructuras construidas con acero. En nuestro informe reiteramos que es imperante e impostergable hacer el estudio para conocer el nivel de esfuerzo de fatiga, para no afrontar daños repentinos.
El puente fue construido cuando apenas pasaban 900 vehículos al día. Ahora supera la circulación de 65 mil, y un buen porcentaje es de transporte pesado. Mediciones que hicimos reflejan que hay horarios en los que el puente carga cerca de 25 mil toneladas.
Muchos se preguntan ¿por qué sigue en pie, si se superó con tanto la carga que originalmente se tomó en cuenta? La respuesta es sencilla: se construyó con márgenes de seguridad muy amplios que han permitido que siga en operación, pero ese margen está cerca de superarse.
¿A qué se refiere con daños repentinos?
En los puentes de metal y acero, las piezas están sujetas a cambios abruptos de compresión a tensión, lo que significa alargamiento a encogimiento de las piezas, producto del tráfico pesado y de vehículos livianos.
Las piezas del puente trabajan a tensión en un momento y puede pasar con compresión. La condición es dinámica y cambiante, las piezas de acero se enfrentan a miles de cambios cíclicos en un día y producen un reacomodo en sus moléculas, por lo que tienden a tener fisuras microscópicas. Este reacomodo, que es a escala microscópica, produce una disminución en la resistencia de sus elementos y esa reducción se conoce como fatiga.
Cuando encuentran elementos fatigados es sinónimo de deterioro de su rigidez y resistencia, por lo que se recomienda la sustitución de la pieza; de lo contrario, en cualquier momento puede quebrarse con facilidad. A eso le llamamos daños repentinos.
¿Alguna vez el puente Belice tuvo un estudio de fatiga?
No. Ninguna. No hay registros. Cuando el Gobierno pidió a este instituto que colaborara con hacer el estudio de la superestructura buscamos por todos los lugares posibles y no hay indicios de que se le haya practicado antes un estudio de ese tipo.
¿En el estudio de la superestructura hallaron piezas quebradas?
No se pudo establecer. No contamos con una grúa especial para poder revisar esa parte del puente. Además, debe realizarse a través de ultrasonidos y evaluaciones microscópicas. Hemos sido reiterativos en que no es suficiente que se haga un estudio de observación.
¿Con qué frecuencia se debe hacer el estudio de fatiga de un puente?
Debe formar parte del mantenimiento normal. Un ejemplo sencillo: un juego mecánico, una montaña rusa o toboganes que utilizan rieles metálicos pueden presentar problemas de fatiga, por el cambio cíclico de tensión a compresión. En el día están abiertos al público y en las noches los trabajadores de los parques trabajan en la inspección y estudios de fatiga, para evitar accidentes. Lo mismo debe suceder con los puentes.
¿Qué opina que a un año del estudio no haya avances para cumplir con las recomendaciones?
Tengo entendido que se sacó a concurso por Guatecompras los trabajos de modificaciones en la carpeta de rodadura y banquetas. Las autoridades deben atender las recomendaciones. Además, el Instituto también está dispuesto a contribuir en el estudio de fatiga, pues lo que interesa es que la sociedad esté segura sobre en qué condiciones opera el puente.