Agregó que en cada viaje gasta Q125 en el pago de pasajes y comida para ambos.
Testimonios
“Al mes gasto unos Q1 mil 500 en pasajes. Soy madre soltera y no tengo mayores ingresos. A veces algunas personas me ayudan con los gastos, pero es difícil comprarle a mi hijo sus medicamentos. Con la diálisis los enfermos renales quedan débiles y necesitan vitaminas, y en algunos casos, antibióticos”, expresó Yan.
Pilar Estupé acompaña a su esposo, Juan Malín, 74, a Unaerc de Escuintla, quien desde hace tres años padece de complicaciones en los riñones. Llegan desde El Socorro, Pasaco, Jutiapa, pero debido a que cada viaje les representa unos Q350, solo acude dos veces por semana.
“Por lo mucho que gastamos en llegar a Escuintla nos quedamos sin dinero para comer hasta que regresamos a nuestra casa”, refirió Estupé.
Agregó que también les resulta difícil comprar las vitaminas que su esposo necesita para continuar con el tratamiento en casa, pues una sobrina los apoya con el dinero del transporte y no tienen otro ingreso.
Explicó que antes acudían a la sede de Unaerc de la capital, pero debido a la gran cantidad de personas que atienden en ese lugar debían esperar hasta dos días para conseguir turno.
“Sería de mucha ayuda contar con un centro más para atender a más enfermos”, concluyó Estupé.
Cifras alarmantes
Según datos publicados en el sitio de Unaerc, en el 2015 se registraron mil 736 pacientes nuevos en el país, es decir, un aproximado de 145 al mes, mientras que en el 2016 fueron mil 354, unos 113 por mes.
Brindan atención
Según personal de Unaerc de Escuintla, ubicada en el tercer piso del Hospital Privado Génesis, se atiende a 185 pacientes renales provenientes de Santa Rosa, Escuintla, Amatitlán, Villa Nueva, Suchitepéquez, Retalhuleu, San Marcos y Jutiapa.
Roberto Calvo, director del Hospital Regional de Escuintla, comentó que debido a inconvenientes, autoridades de Unaerc anunciaron que sería cerrada y que los pacientes tendrían que viajar a la capital, por lo que se ofreció a construir una sede en el nosocomio.
“El espacio está ahí. Solo falta el financiamiento, pero eso está en manos del Ministerio de Salud”, dijo Calvo.
Agregó que ese hospital recibe unos 30 pacientes renales al mes, quienes son estabilizados y trasladados a Unaerc, por lo que considera necesaria la construcción de otra unidad especializada.