Óscar Barco, coordinador comunitario de la aldea San Miguel Las Flores, expresó que ese río es utilizado por más de mil 200 habitantes del lugar para lavar ropa, bañarse y efectuar tareas de pesca artesanal para el consumo y venta en el mercado local.
“Tenemos las pruebas necesarias para denunciar a esta empresa, porque algunos vecinos observaron cuando el agua que fue utilizada entre el domingo y miércoles últimos para lavar las calderas fue vertida en el afluente”, agregó Barco. Explicó que desde esos días se comenzó a ver el agua turbia, con espuma, mal olor y empezaron a aparecer los peces muertos, pero ayer el daño se incrementó.
Alberto López, pescador, mencionó: “Varias familias vivimos de la pesca artesanal, por lo que contamos con pequeñas embarcaciones, y con este problema nos veremos afectados”.
Rosa Flores, ama de casa, resaltó que no podrán ir a lavar ropa ni a bañarse al río, porque temen envenenarse, por lo que piden ayuda a las autoridades de ambiente.
“Algunos vecinos están yendo al río a agarrar estos peces, para consumirlos, pero tememos que quienes los coman sean afectados, por lo que pedimos la pronta intervención de las autoridades”, dijo Flores.
Recogerán muestras
Junior Salguero, gobernador de Escuintla, dijo que se han dado las instrucciones al personal de la oficina de Medio Ambiente, del departamento, para que se recojan muestras del agua y de los peces para verificar las causas de la muerte, y castigar al responsable. Además recomendó a la población que no consuma estos peces porque podrían causar algún daño a la salud.
Prensa Libre efectuó varias llamadas vía telefónica a la empresa generadora de energía eléctrica Jaguar Energy, pero nadie respondió.
Ambiente no habla
Luisa Muñoz, delegada departamental de la oficina de Medio Ambiente y Recursos Naturales en Escuintla, asistió a una reunión del Consejo Departamental de Desarrollo, donde se aprovechó para preguntarle acerca del problema, y solamente expresó: “No tengo nada que decir acerca del caso”.