Cuatro de los cinco individuos descendieron del picop con armas, pero los agentes se las despojaron.
Se trata de Luis Bladimir Silva Stanley, de 25 años; José Luis Ramírez Cárcamo, 32; Ángel Yanddel Flores Dumas, 34, y Luis Ángel Díaz Ovalle, 22. Aparte, José David Reyes, quien al principio permaneció en el picop durante dos hasta que fue persuadido a descender y fue arrestado.
A los detenidos se les decomisaron dos armas de fuego tipo carabina marca Gilboa con tolvas tipo caracol, con capacidad para 30 cartuchos y cada una contenían 21 y 22 municiones, por las cuales no contaban con licencias de portación.
También les fueron retenidos dos fusiles y dos pistolas marca Jericho, y una pistola marca Bull Cherokee, que según la PNC, no son de uso civil, pero contaban con documentos extendidos por la Dirección General de Armas y Municiones.
Armas ilegales
Un informe del 2012 detalla que la mayoría de armas en Centroamérica es ilegal.
De acuerdo con cifras de la Organización de Estados Americanos (OEA), se calcula que 700 mil armas ilegales salen de Estados Unidos a México y de estas, 300 mil llegan a Centroamérica.
El armamento llega sin problemas por la porosidad y falta de control estatal de las fronteras, aeropuertos y puertos. Incluso se ha identificado que el trasiego es por piezas, lo que lo hace más difícil de detectar.
A eso se añade que el Triángulo Norte Centroamericano, Guatemala, El Salvador y Honduras, es la región más violenta del mundo, con una tasa de 66 homicidios por cada cien mil habitantes.
El 70 por ciento de crímenes ocurre con armas de fuego y están relacionados con el crimen organizado, pandillas y narcotráfico.
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