Oliva era conocido y querido por la mayoría de los vecinos de la comunidad y será recordado por sus anécdotas y como el máximo ejemplo de vida, añadió Óscar Oliva, el mayor de los hijos del fallecido.
Oliva indicó que su progenitor nació en la aldea Los Bordos de Varillas, en El Jícaro, el 30 de junio de 1915 y que trabajó durante muchos años en la agricultura y en la elaboración artesanal de sombreros.
“Recuerdo con gran emoción aquella frase que con insistencia nos solía decir: En esta vida hay que aprender a vivir, porque ahora estamos en tiempos difíciles y el que toma consejos llega a viejo”, expresó su primogénito.
Rubén Paiz Ortega, presidente del Consejo Comunitario de Desarrollo de la aldea, recordó a don Pablito y expresó: “Ya no escucharemos más el estallido de las bombas pirotécnicas durante sus festejos de cumpleaños, ni el ruido de cohetes que acompañaban a la marimba”.
“Durante sus 99 años nos enseñó el valor que tiene la vida. Ya no volveremos a ver esa enorme sonrisa, con la cual nos saludada”, lamentó Paiz.