Su gusto por bailar marimba no ha significado ganancias y tampoco buscan reconocimiento, únicamente quieren satisfacer su gusto y “hacer ejercicio para mantenerse bien de salud”, pero sobre todo, ayudar a mantener vivo el sonido del instrumento nacional.
En los centros comerciales donde se desarrollan eventos con el sonido autóctono de la marimba ya son conocidos. Nunca faltan sus pasos al compás de cada pieza, su baile para muchos es una cátedra y un llamado a la juventud para que aprecien las tradiciones nacionales.
Don Maco y doña Clara, como los conocen sus amigos, han bailado con marimba desde que tienen consciencia, nunca faltan a los eventos públicos y seis horas de pie no son suficientes para agotar su energía.
Pareja inseparable
La pareja no ha bailado por gusto, ha recibido premios en concursos y su gusto por la marimba ha sido plasmado en notas periodísticas durante años.
A pesar de su edad no bajan la guardia. Siempre están atentos a las agendas de los eventos o son invitados por los organizadores, no necesitan ensayo, el día del evento únicamente se presentan para bailar hasta el final.
“Nos sentimos contentos porque es ejercicio y nos mantiene bien de salud, además impulsamos lo nuestro y somos muy amigos de quienes tocan marimba. Nos dicen los bailarines”, dice Chitay con una sonrisa junto a su esposa, mientras ambos muestran fotografías de los eventos donde han participado.
“Todos los compañeros son una familia. Cuando vamos a los bailes nos encontramos, nos saludamos, nos gusta el instrumento de la marimba. Los que bailamos siempre nos conocemos y nos comunicamos para saber donde habrá concierto”, dice Hernández.
La pareja tiene tres hijas, nietos y bisnietos. Todos los días, mientras cumplen con sus quehaceres por separado sintonizan emisoras en las que transmiten música de marimba.
Hace cuatro años la municipalidad capitalina organizó un concurso de baile con marimba en la zona 11, y obtuvieron en primer lugar.
“Es importante que la juventud escuche la marimba pura y que también amenicen el baile. Instamos a los jóvenes a que escuchen marimba y que le den valor a lo que tenemos”, señala Chitay.
“No es solo de ponerse a bailar marimba. Cada pieza se baila de diferente manera. Hay eventos en los que también bailamos música de la década de 1960 y ritmos de cumbia. Todavía tenemos bastante energía y esperamos tenerla muchos años más”, puntualiza Hernández.