Gabriel Ramos llegó ayer a ese departamento desde Mazatenango, Suchitepéquez, para estar con su familia, y juntos adornar la tumba de su hermano que murió hace cinco años en un accidente de tránsito.
Lo mismo ocurrió en el Cementerio General de Sololá, donde centenares de personas abarrotaron el lugar para visitar y adornar las tumbas de sus parientes.
El camposanto de Sololá es uno de los mejores ubicados, pues tiene como fondo el Lago de Atitlán, que sirve de adorno natural permanente.