Esa acción es tan solo una muestra de lo que ocurre a diario en esa ciudad del oriente del país, donde sus habitantes se muestran atemorizados por el aumento de la criminalidad. Muchos vecinos, principalmente comerciantes, han sido víctimas de la extorsión; sin embargo, prefieren callar por temor a represalias, por lo que exigen acciones más puntuales por parte de la Policía Nacional Civil (PNC) en contra de los delincuentes.
De acuerdo con información del Ministerio Público (MP), hay varias denuncias de propietarios de tiendas que aseguran que individuos llegan a sus negocios para exigirles la cuota (Q100 semanales) a cambio de dejarlos trabajar y no eliminar físicamente a alguno de sus familiares.
En tanto, Joyber Peña, subinspector de la PNC señaló que no pueden dar detalles de los casos para no entorpecer las investigaciones. Añadió que la única forma de detener ese flagelo es a través de la denuncia.
Cae en la trampa
Roberto Antonio López Joya, de 18 años, de nacionalidad nicaragüense y radicado en la colonia Las Brisas, Chiquimula, fue detenido el miércoles último, sindicado de pertenecer a una estructura criminal dedicada a la extorsión que, según las autoridades, se expande en la cabecera.
López cayó en la trampa que le pusieron las autoridades y fue detenido cuando supuestamente llegó a recoger el dinero que exigía al propietario de una tienda.
El detenido dijo a las autoridades que es ayudante de bus y que ingresó en el negocio para comprar un agua gaseosa.
“Yo trabajo honradamente para ganarme la vida y tengo la esperanza de salir de este problema”, señaló el detenido, quien luego de haber sido fichado en la sede policial fue trasladado a la cárcel preventiva para hombres Los Jocotes”, en Zacapa.