De acuerdo con residentes del área, el terreno en disputa era propiedad de Ferrocarriles de Guatemala (Fegua), pues el lugar era atravesado por la vía férrea. Sin embargo, con el desuso del sistema ferroviario en el país, el terreno quedó en el abandono, únicamente delimitado por un cerco de alambre de púas.
Según Jorge Pacheco, delegado de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) en Chiquimula, ese sector ahora se encuentra en manos del Estado.
“Este punto también tiene valor histórico, pues se encuentra frente a la iglesia vieja que tiene más de 300 años y es patrimonio arquitectónico de la ciudad. Esta gente debe entender que no puede llegar e instalarse de la nada. Existen protocolos y autoridades que deben velar por el asunto”, dijo Edna Roche, otra vecina.
Roche mostró varios documentos en los que vecinos del referido barrio han expresado su descontento ante autoridades de la Policía Nacional Civil (PNC), Gobernación Departamental, la municipalidad, Ministerio de Salud, Derechos Humanos y algunos diputados.
En los documentos se indica que los vecinos han velado por el cuidado de ese sector con la extracción de basura y siembra de árboles. Además, se hace énfasis en el temor de que el sitio se convierta en un foco de contaminación, pues no cuenta con sistema de alcantarillas.
De acuerdo con Roche, las autoridades no han efectuado ninguna acción al respecto. “No negamos que esta gente tenga derecho a una vivienda, pero no de esta manera ni en este lugar. En invierno el riesgo es grande, pues las aguas acumuladas en la 5a calle llegan directamente a esa hondonada”, expresó. “¿Qué harán? Ellos viven allí incluso con niños”, cuestionó.
La contraparte
Gabriela Ortiz, integrante del grupo catalogado como invasor, explicó que la necesidad los ha llevado a usar esos terrenos para vivir. “Nosotros somos personas pobres. Me salí de mi casa, en este mismo barrio porque ya no cabemos, somos 15 personas viviendo apretados en una sola casa y este terreno no es de ninguno del barrio, por lo que decidí venirme para acá con mis hijos”, aseguró.
Martina Gutiérrez, quien también se instaló en el terreno, aclaró que se trasladó a ese sector desde el 2015 y que lo hizo porque no tenía opción. “Soy una mujer de 63 años, tengo tres hijos y mi esposo ya es un anciano, tengo que ver cómo sobrevivo y acá no robamos, no le estamos haciendo daño a nadie, solo queremos que nos permitan vivir”, afirmó.
El lugar tiene aproximadamente 40 metros de largo por 10 de ancho, donde se encuentran construidas 10 viviendas de nailon y tablas de no más de cinco metros cuadrados. Se encuentra en el final de la 5a calle, la cual atraviesa todo el centro de la cabecera, por lo que al llover fuerte esa arteria se convierte en un río que va a dar a ese sector.
Evaluar el área
Pacheco, de la Conred, informó sobre ese asentamiento y puntualizó que la Municipalidad de Chiquimula y Gobernación Departamental son las entidades encargadas de dar una solución, ya que a la entidad edil le corresponde por territorio y a Gobernación por jurisdicción.
Agregó que autoridades ediles deben solicitar una evaluación de riesgos a la Conred, para tener una conclusión concreta del área y determinar si es apta o no para un asentamiento humano.
Formar parte del Estado
Según la Conred, en el 2013 personal de Fegua visitó el lugar e informó que había tres viviendas en el área. Añadió que eso estaba fuera de su alcance, ya que en 1982 la infraestructura y vías del ferrocarril pasaron a manos del Estado.
La Asociación Coordinadora Nacional de Asentamiento y Línea Férrea (Aconalfer), en la capital, es una entidad que vela por los derechos de las personas en asentamientos y en la cual varias personas se amparan.
Las primeras tres viviendas asentadas en el lugar se encuentran con el respaldo y afiliación de Aconalfer.
Posibles ruinas enterradas
Víctor Lobos, historiador e investigador chiquimulteco, manifestó su preocupación, pues asegura que en el área del asentamiento hay ruinas enterradas que datan de la época de la Colonia, cuando esa zona era el centro de la ciudad de Chiquimula con sus respetivas calles, templos y viviendas.
“Es un área rica en piezas arqueológicas y podemos descubrir más de nuestros antepasados en el tema de la arquitectura y así conocer la riqueza colonial que tenía en el pasado Chiquimula y es por eso que es importante su conservación”, afirmó Lobos.
El historiador declaró que la intención de conservar intacta dicha área, era en primer lugar, que la escuela de historia de la Universidad de San Carlos efectuara excavaciones y buscara piedras talladas durante la época prehispánica que servirían para un futuro museo. También hacer giras educativas y que los estudiantes conocieran el área histórica de Chiquimula.
“Las excavaciones las harían tanto en el área de la iglesia vieja como en sus alrededores, para conocer sus dimensiones, hacer comparaciones con otras construcciones de la época y realizar una similar”, comentó.
Acceso a servicios
En contraste con lo aseverado por la Conred, José Humberto Penados, concejal tercero de Chiquimula, informó que la comuna no puede prestar servicios públicos como el agua entubada o drenajes en el citado lugar, ya que es propiedad privada que aún pertenece a Fegua. “Por esa razón, la municipalidad no puede autorizar dichos servicios públicos”, resaltó Penados.
El delegado de la Conred visitó las primeras tres viviendas que fueron construidas en el lugar. María Isabel Cetino Escalante de Gutiérrez, residente de uno de los inmuebles, mostró el documento de propiedad del inmueble y añadió que fue cedida por Fegua, con el apoyo de Aconalfer.
También mostró el título de agua entubada sellada por la comuna, pero afirmó que a pesar de que posee ese documento, la municipalidad no ha prestado el servicio, ya que argumentan que es una propiedad privada.
El único servicio básico que poseen es energía eléctrica, la cual es concedida por algunos vecinos de la zona, que también los ayudan con el agua.
Gutiérrez puntualizó que las últimas personas que han decido construir sus viviendas son del barrio “Iglesia Vieja” y no tienen respaldo de Aconalfer.
Se informó que los primeros asentados vienen del sector denominado “Las Tunas” en la periferia de la ciudad de Chiquimula.
“Creo la única opción viable y que tengan un respaldo legal es que visiten las oficinas de Aconalfer para presentar su caso y tener apoyo. Aunque el trámite para afiliarse es extenso y ocupa tiempo”, comentó Gutiérrez.
Gobernación
Luis Molina, gobernador de Chiquimula, informó que se han reunido con ambas partes del conflicto con el fin de plantear una solución por la vía legal.
“Estamos preocupados por la presencia de estas personas en el sector. Sabemos que necesitan un lugar para vivir, pero todo debe hacerse a través de la vía legal y sin afectar patrimonios históricos. Por eso, durante esta semana visitaremos el área y dialogaremos con los residentes”, anunció Molina.