El fuego se propagó con rapidez por el templo y las llamas y el humo eran visibles desde comunidades cercanas y los vecinos, pese a su esfuerzo, no lograron contener el fuego que, además, amenazaba con extenderse a otros inmuebles cercanos.
En Camotán un alto porcentaje de la población es católica, por lo que en el pueblo se viven motos difíciles a causa del siniestro. Muchos vecinos intentaron salvar las imágenes que resguardaba el templo y que para los residentes tienen un alto valor espiritual, pero de momento se desconoce si eso fue posible.