El Plan Trifinio, organización encargada de incentivar el turismo en la región, promueve el cerro Montecristo, que se encuentra en la Reserva Biosfera Trinacional Montecristo, la cual se extiende entre Honduras, El Salvador y Guatemala.
Su extensión es de 12 mil hectáreas, un corredor ecológico con diversidad de flora y fauna, incluso hay especies en peligro de extinción.
Las personas que han visitado este sitio lo resumen como un punto de relajación, meditación o investigación.
Cirilo Suchité Ramírez, guardabosques, comentó que el cerro posee un clima fresco, aproximadamente 18 grados centígrados, y está a dos mil 428 metros sobre el nivel del mar.
Otro de los atractivos son las cascadas Las Golondrinas, con caídas de agua de más de 30 metros que invitan al visitante a entrar al agua.
“Es recomendable hacer el viaje en vehículo de doble tracción, usar ropa y calzado cómodos, traer alimentos livianos, agua purificada, binoculares y cámara fotográfica. Además, mantener el cuidado del ambiente”, resaltó Suchité.
El ingreso a la reserva no tiene costo, pero si desea una visita guiada deberá dar una colaboración, que sirve para preservar los senderos y señalización de la zona.
La reserva fue creada en 1987. Los tres países de la región presentaron una solicitud a la Unesco para que el lugar fuera declarada Patrimonio de la Humanidad, pero fue hasta el 29 de junio del 2011 que recibió ese título.