Marco Vinicio Morales, director de la escuela Miguel Hidalgo y Costilla, comentó: “El uso del uniforme ha servido para identificar a los estudiantes que se escapan de clases, ya que en varias ocasiones vecinos nos han indicado los lugares donde están perdiendo el tiempo. Además, le sirve a la población para denunciar cuando estos cometen una fechoría o están provocando riñas en otros planteles”.
Matilde Gaspar, vecina, manifestó que en años anteriores ha observado a estudiantes consumiendo licor y cigarrillos, situación que ha reportado a los encargados, para que les llamen la atención.
“Como padres de familia hemos visto que el uso del uniforme en los estudiantes ha contribuido para controlarlos, aunque nos genere un gasto extra”, expresó.