Jesús Emanuel, de cinco años y sus hermanos Sara, de 3 y Luis de 10 meses de edad, se quedaron solos en su vivienda mientras sus padres se iban a trabajar a un molino de nixtamal que está situado a unas pocas cuadras de su casa.
Cerca de las 8 de la mañana, por causas que aún no están establecidas, un incendio empezó en la vivienda. La casa era una construcción pequeña de lámina y madera.
El material con el que estaba construida la vivienda hizo que el fuego se propagara rápidamente. El pequeño Jesús se percató del peligro y actuó de inmediato.
Intentó apagar el fuego con agua, pero ante las llamas incontrolables logró sacar a sus hermanos menores al callejón frente a su vivienda para ponerlos lejos del fuego.
Su rápida acción evitó que los pequeños quedaran atrapados entre las llamas que consumieron la vivienda por completo, al grado que la columna de humo que provocó el incendio era visible a varios kilómetros.
Los padres de los niños explicaron que vivían en ese lugar pagando un alquiler de Q300 al mes, pero que luego del siniestro perdieron todas sus pertenencias, incluyendo su ropa.
Ahora deberán buscar un nuevo lugar donde vivir y ya los vecinos han empezado a organizarse para poder colaborar con la familia y sobre todo con Jesús, que le salvó la vida a sus hermanos.