Los cuatro profesores de la escuela oficial del caserío recomiendan a los padres de familia tomar precauciones cuando llueve, y si es necesario, no enviar a los niños a la escuela. La advertencia no está de más, en el sendero hacia el plantel educativo se forman corrientes de aguas pluviales que desembocan en el río Polochic.
Los estudiantes tienen en común que usan botas de hule, pues ese calzado es el más apropiado y económico para la lluvia. Ellos no tienen servicio de transporte y en grupos caminan a diario hacia las aulas.
Lluvia afecta a San Pablo Tamahú, en Alta Verapaz. | pic.twitter.com/sYfsT1Pvh4
— Edwin Pitán (@Epitan_PL) 7 de octubre de 2017
Las conversaciones de los pequeños son en Poqomchi’, uno de los dos idiomas nativos de Tamahú, el otro es el q'eqchi'.
Mientras bromean y juegan entre las corrientes riesgosas de aguas pluviales, algunos cortan hojas del árbol de plátano y las usan para cubrirse de la lluvia.
Los docentes han tenido un respiro, debido a que las autoridades de Educación suspendieron las clases en Alta Verapaz por los constantes aguaceros a causa del paso de la tormenta Nate
La niñez se quedó en sus casas este fin de semana y el lunes podrían regresar a las aulas. En Nachuwa se volverán a escuchar las risas de los pequeños, las últimas de este ciclo lectivo.
Pobreza
El Índice de Desarrollo Humano de Tamahú es 0.474, no llega a 1 y por lo tanto es bajo, según las estimaciones del Programa de las Naciones Unidas para el desarrollo (PNUD). El indicador en Educación es de 0.355, también es bajo para los parámetros establecidos en calidad de vida. El panorama parece desalentador, pero los niños anhelan terminar la primaria y pocas veces se ausentan a clases.
El municipio afronta desafíos como la generación de empleos y producción de alimentos. Una de las situaciones marcadas en Tamahú es la carencia de trabajo y muchos de los jóvenes que logran graduarse de diversificado deben emigrar para poder enrolarse a la actividad económica.
La producción de alimentos para subsistencia de familias es precaria, hay escasez de tierra y la producción actualmente se estimula con abono, eso implica más inversión.
Este es uno de los senderos de Nachuwa, San Pablo Tamahú. pic.twitter.com/pIK88UbJHq
— Edwin Pitán (@Epitan_PL) 7 de octubre de 2017
En el 2008, en cinco comunidades se registraron casos de desnutrición debido a la sequía y la baja producción de alimentos.
“Debido a la exclusión histórica de la que han sido objeto los pueblos indígenas, los índices de pobreza son más alarmantes. La pobreza es un fenómeno multidimensional que admite diversos enfoques”, se establece en el informe del PNUD.
Tamahú se recupera de la tragedia reciente en Pantic, donde la semana pasada un derrumbe dejó cinco muertos y tres desaparecidos. Grupos pobladores se han organizado para respaldar a las familias afectadas y desde diferentes regiones del país se ha enviado ayuda.