Socorristas y vecinos también recataron los cadáveres de los dos trabajadores, pero no fueron identificados, ya que los familiares estaban muy afectados y no podían dejar de llorar.
Los hombres trabajaban en el lugar a pesar de que el presidente del Cocode ya les había advertido de que esa es una zona de alto riesgo para construir la iglesia.
El sobreviviente Jorge Macz Yat dijo que él no bajó a la zanja porque se quedó a un costado cuando observó que de un momento a otro se derrumbaría parte del muro.
Añadió que solo vio que una mano, que no sabe de quién, haló al pastor, pero los demás quedaron soterrados. Como pudo intentó alertar a los vecinos y ellos a los rescatistas.
“Es lamentable lo que ocurrió. Traté de avisarles pero fue demasiado tarde. Yo me salvé porque un costal cayó en mi espalda y me empujó a un lado. Nunca esperábamos esta situación. Nuestro anhelo era arreglar los cimientos de la iglesia. Incluso al momento de ir a almorzar nos fuimos felices”, recordó el sobreviviente.
El presidente de Cocode, Abelino Che, confirmó que ya le había advertido al pastor de lo que podía suceder porque esa área es de alto riesgo, y no creía conveniente que rellenaran con costales con tierra.
“Aquí los vecinos no hacen caso. Cada quien hace lo que quiere y se enojan con uno. Agradezco a todos los que ayudaron, pero les pido que hagan caso de las recomendaciones que se hacen, porque si no, el resultado es una tragedia”, resaltó Che.