Hace casi 30 años se habla de sostenibilidad en el mundo, y durante este tiempo el concepto ha evolucionado; desde acciones de filantropía esporádicas, hasta formar parte de los Planes Operativos Anuales de las grandes empresas.
En 1987, cuando se publicó el informe “Nuestro futuro común”, elaborado por varios países para la ONU, el término se enfocaba únicamente en el impacto de las actividades humanas sobre el medio ambiente.
Con el correr de los años, la sostenibilidad ha ido abarcando otros aspectos, que han probado que ser sostenible, no solo hace negocios rentables, sino también atrae a más clientes leales y contribuye a hacer comunidades más prósperas.
Hoy se habla de prácticas ESG (Environmental, Social y Governance, en inglés), que buscan alinear los aspectos del medio ambiente, sociales y de gobernanza para promover desarrollo sostenible desde las empresas.
Una herramienta para promover estas prácticas son las inversiones sostenibles, que mejoran la resiliencia a largo plazo de las carteras de inversión. Está comprobado que estas inversiones atraen a más inversores, especialmente aquellos que buscan alinearse con valores éticos y sostenibles. Además, proporcionan ventajas competitivas a las empresas, ya que las regulaciones ambientales continúan en aumento.
Respecto este último punto, las iniciativas que fomentan la eficiencia energética se han consolidado como un pilar en la agenda de sostenibilidad de las empresas. Además de reducir las emisiones de carbono y proteger el medio ambiente, estas prácticas mejoran la competitividad y rentabilidad.
Por otra parte, es importante que las empresas cuenten con cadenas de valor sostenibles, pues tanto los proveedores y colaboradores, así como los accionistas y todos los públicos con los que las compañías tienen relación deben operar con responsabilidad para ofrecer productos y servicios sostenibles.
Un buen termostato del rumbo de la sostenibilidad es el avance de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Pero, ¿cómo se pueden medir los logros? A la fecha, algunas de las actividades realizadas por Guatemala para el avance de los ODS son: alineación del Plan Nacional de Desarrollo con los ODS y la Agenda 2030, priorización y redefinición de metas ODS, y priorización de indicadores, adaptados al contexto nacional.
Acompáñemos a conocer más sobre estos temas, así como de las acciones que algunas de las empresas más importantes del país, como Grupo AC, Magdalena, Water For People y el Sistema de Embotelladores Coca-Cola Guatemala, y Cayalá implementan en Guatemala.
