Recicla y ¡haz la diferencia!
Cada vez que desechas tus residuos en casa, centro de trabajo, estudios o dondequiera que te encuentres ¡haces la diferencia al reciclarlos! Pero ten presente las mejores prácticas y el impacto de esta acción en el planeta.
Aunque te parezca que reciclar en casa no hace la diferencia, en realidad tiene un beneficio directo al medioambiente. Cuando separas desechos como papel, cartón, plástico, vidrio y metales para reciclar, se reduce la necesidad de extraer y procesar materias nuevas.
Lo anterior es de mucha importancia porque permite la conservación de recursos naturales como los bosques, el agua y los minerales, haciéndolos más sostenibles. Por otra parte, al no tener que producir materiales a partir de materias vírgenes, se reduce el consumo de energía eléctrica y la contaminación en el aire, el agua y el suelo, así como en vertederos, minimizando el efecto invernadero.
Por lo tanto, está comprobado que cada vez que reciclas haces la diferencia, pero ¿sabes cómo hacerlo correctamente?
Clasificación de reciclaje para desechos sólidos comunes
De acuerdo con la Municipalidad de Guatemala, los parámetros para clasificar los desechos y poder reciclarlos son:
- Orgánicos
Entre estos se encuentran los de origen animal y vegetal, que se degradan de forma natural. Algunos ejemplos son cáscaras de frutas y de huevos, huesos, restos de comida, pulpa de café, bolsas de té, hierbas, hojas de tamal, tusa y grasa de cocina.
Importante: en este grupo debes incluir empaques de comida manchados o con grasa, productos de jardinería, pelaje de mascotas y otros que puedes encontrar en la Guía de Clasificación Secundaria publicada por la Municipalidad de Guatemala.
* Identifica estos residuos dentro de una bolsa con etiqueta verde.
- Reciclables
En este grupo se incluyen residuos inorgánicos que tienen potencial para integrarse a nuevos productos, subclasificándose en plástico, multicapa, metal, papel y cartón. Algunos ejemplos son cuadernos usados, bolsas de papel no manchadas, notas adhesivas, cajas de cartón incluidas las del cereal, latas, tapas metálicas, botellas y frascos de vidrio, envases plásticos y multicapa (cartones de leche y cajas de jugo).
Importante: para que estos desechos sean reciclables deben estar limpios, secos, compactados y no quebrados. No se incluyen las bombillas eléctricas, baterías, espejos ni tela aunque parezcan que pueden reciclarse.
* Identifica estos residuos dentro de una bolsa con etiqueta blanca.
- No reciclables
Son desechos que, a pesar de ser inorgánicos, no pueden aprovecharse actualmente en procesos con los que se recupere el valor de la materia, como el duroport, plástico de un solo uso, desechos sanitarios y envolturas de alimentos.
Además del papel higiénico usado, en esta clasificación se incluyen pañales, toallas sanitarias y tampones, toallas húmedas, cepillos dentales, tubos de pasta dental, mascarillas y guantes. También se consideran no reciclables los vasos de papel, bolsas plásticas, envolturas de golosinas, empaques de yogur, de helado, de huevos y de comida rápida, así como las botellas de aceite. La pintura, los aerosoles y cartuchos de tinta tampoco son reciclables. Encuentra una lista más completa en la Guía de Clasificación Secundaria publicada por la Municipalidad de Guatemala.
* Identifica estos residuos dentro de una bolsa con etiqueta negra.
Clasificar los residuos es parte de los buenos hábitos que debe tener un habitante responsable, no solo con el país, sino también con el planeta. Además, corresponde al cumplimiento del Acuerdo Gubernativo 164-2021, cuya normativa involucra a todas las personas individuales o jurídicas, públicas o privadas, nacionales o extranjeras en la clasificación de sus residuos. Recicla y no dejes de hacer la diferencia, recicla consciente.