Los animales más amorosos del reino animal
Conoce a algunas especies que acompañan en casa y alegran a la familia.
En este mes del amor y la amistad, el ser humano olvida que no es el único capaz de sentir amor, lealtad y fidelidad. Al pensar en ello, es fácil pensar en el perro, el mejor amigo del ser humano.
Quien ha tenido a un perro como mascota, sabrá que posee una lealtad desmesurada e infalible, porque cuando quiere, puede entregar la vida por su dueño. En el caso del gato, el afecto va condicionado a su estado anímico y otros factores que él mismo determina.
Pero en el reino animal, los animales también se demuestran amor y lealtad entre ellos. Algunos animales en los que esta actitud es notable son:
Psitácidos
Estas aves de pico curvo son bastante conocidos, en especial los loros, pericos, papagayos, guacamayas, pericas australianas entre otros similares. Estas aves practican una monogamia muy afectiva y es posible que corran riesgo de muerte si sus parejas mueren.
Perros
Los perros destacan entre los animales amistosos con los seres humanos por su gran lealtad. Algunos perros son tan cercanos a sus dueños que logran detectar si estos padecen de alguna enfermedad grave, incluso antes de ser detectada. Los perros desarrollan un lenguaje corporal peculiar que utilizan para demostrar su alegría, el cual es evidente cada vez que reciben a sus dueños al llegar a casa.
Conejos
Se les considera como uno de los animales más pacíficos del mundo por su tranquilidad. Como mascotas se les considera cariñosos, limpios y les gusta acercarse a las personas que les demuestran cariño. Sin embargo, requieren de otros cuidados específicos a diferencia de las clásicas mascotas, por ello deberás asesorarte con algún experto para prepararte bien antes de tener uno en casa.
Hurones
Son familiares de las comadrejas y las nutrias y cuentan con una personalidad juguetona y amistosa. Con el apoyo de un arnés, los niños pueden jugar con este animal al aire libre y evitar que se meta en agujeros como desagües, pues son muy curiosos. Al ser tan suaves, los niños pueden equivocarse y agarrarlos con mayor fuerza que la necesaria. Por ello siempre se recomienda la supervisión de un adulto durante el juego.
Fuente: zootecnista José Daniel López. Revista National Geographic. Gabrica, expertos en mascotas.