Las soluciones de Progreso para el cuidado de los bosques
“Bosques e innovación: nuevas soluciones para un mundo mejor” es el tema de este año para conmemorar el Día Internacional de los Bosques. En ese contexto, Progreso comparte sus iniciativas, retos y legado para el cuidado forestal de Guatemala.
La preservación de los bosques requiere de innovaciones tecnológicas, implementadas por empresas conscientes de su aporte al desarrollo sostenible. Es así como Progreso dio a conocer el trabajo que realiza a través de su unidad de negocio AgroProgreso, y su programa Agrobosques, el cual busca fomentar el desarrollo sostenible de los sistemas forestales en Guatemala. Progreso se ha propuesto ser un líder ambiental, con responsabilidades más allá de los límites convencionales de sus actividades industriales y comerciales. Para ello, ha implementado acciones en pro de la biodiversidad, gestión del agua, economía circular, energía y construcción responsable, basados en una producción regenerativa.
La compañía cuenta con políticas, procesos e iniciativas que aseguran el cumplimiento de los parámetros y requerimientos solicitados por el Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales y el Instituto Nacional de Bosques. Adicionalmente, se realizan reforestaciones directas en las fincas ubicadas alrededor de las zonas productivas, creando zonas forestales estables para la preservación de la biodiversidad y la conservación de flora y fauna. Aunque el sector industrial contribuye únicamente un 2% a las emisiones contaminantes del país, y no representa una degradación significativa en los bosques, según se indica en el primer Biennial Update Report de Guatemala 2023, Progreso se ha propuesto velar por la sostenibilidad desde una perspectiva más integral de los bosques. Su análisis incluye la evaluación de las cuencas, la capacidad de uso de la tierra, la producción de especies forestales, el cuidado del agua, la salud alimentaria y la activación económica en sus zonas de influencia.
Prevenir incendios forestales y otros desafíos
Uno de los principales desafíos para Progreso es prevenir incendios forestales, así como la concienciación del uso responsable de los recursos. Para ello, ha buscado el acercamiento con vecinos para evitar quemar material vegetativo, aplicar rondas corta fuego e implementar guarda bosques con preparación para el control de incendios, a quienes se fortalece con el apoyo del Instituto Nacional de Bosques y la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres. Además, desde 2005 la compañía trabaja con Helps International promoviendo el uso de estufas ahorradoras de leña, las cuales consumen menos biomasa y evitan daños a la salud. Tanto a nivel interno, como en las comunidades vecinas, se han impartido capacitaciones resaltando la importancia de los recursos y beneficios que brindan los bosques, como fuente de energía renovable, agua, conservación de suelos y activación económica sostenible.
Más de 30 millones de árboles han sido cultivados en los viveros de Progreso, siguiendo estrategias de reforestación y educación forestal y ambiental, promovidas por más de 35 años.
Impacto en ecosistemas boscosos
El impacto de las operaciones de Progreso en áreas boscosas de su propiedad es del 15%. Para gestionar ese efecto se practican cambios de uso de suelo. También se ejecutan planes de manejo y programas integrales para el aprovechamiento de los recursos forestales en las áreas de adaptación. Al cumplir el objetivo productivo, estas áreas entran en una fase de regeneración para velar por la cobertura del suelo con diferentes especies de flora y mejorar así el entorno natural y visual. Por otra parte, Progreso cuenta con un departamento específico para cuantificar y evaluar la biodiversidad en sus áreas de acción y promover planes de protección de la flora y fauna a nivel interno. Sumado a ello, Progreso participa en mesas para el intercambio de mejores prácticas con otras industrias y actores relevantes, buscando promover planes y programas orientados al aumento de la cobertura forestal.
El legado de cuidar los bosques
En la década de 1930, durante la gran depresión económica del país, el fundador de Progreso, Carlos F. Novella, decidió reforestar una parte de la finca La Pedrera, en lugar de prescindir de sus colaboradores. Este fue el primer programa de reforestación en Guatemala. Siguiendo con su legado, en 1985 nace el programa Agrobosques, que busca promover estrategias de reforestación, contribuyendo así al cuidado de los recursos naturales y a la biodiversidad de los bosques del país.