La pera, alimento para la microbiota en cada etapa de vida

Al mantener nutrida la microbiota intestinal, los microorganismos saludables se mantienen fuertes, nos protegen contra patógenos y envían señales al cerebro para nuestro funcionamiento en cada etapa de vida.

Un metabolismo activo y funcional es clave para estar saludable. Existen algunas estrategias que al practicarse cotidianamente ayudan a lograrlo. Entre las más efectivas están la actividad física regular (tanto de fuerza como cardiovascular) y una buena nutrición de la microbiota intestinal. Ésta es el conjunto de todos los microorganismos que viven en nuestro cuerpo, especialmente en el sistema digestivo. En la actualidad se sabe que actúa como un segundo cerebro, ya que se encarga de censar los nutrientes o nutrimentos ingeridos y todo lo que pasa en nuestro organismo con el fin de mandar señales al cerebro y provocar la activación o desactivación de ciertas reacciones. Te encantará saber que no es difícil mantener la microbiota en equilibrio y nutrida, ya que su principal alimento viene de productos naturales como las frutas, llamadas prebióticos. Éstos están conformados por partes de la fruta que no podemos digerir y llegan al intestino, especialmente al colon. Aumentan la supervivencia de sus microorganismos “buenos” mediante la fermentación, la producción de ácidos grasos de cadena rota y la reducción de bacterias nocivas como Clostridium y ácidos Fusobacterium.   Beneficios de la pera La pera es una fruta muy rica en prebióticos y en pectina, un tipo de fibra soluble que ayuda a la digestión, por lo que es una fruta a preferir si queremos activar nuestro metabolismo. Existen algunas características específicas de la pera que se convierten en ventajas sobre otros alimentos en las diferentes etapas de la vida, por ejemplo:   Niños y adolescentes La pera tiene una consistencia suave que puede introducirse sin riesgo de alergia desde los seis meses de edad, cuando la microbiota intestinal se empieza a diversificar con frutas y verduras. Tampoco requiere hacerlas puré, ya que la pulpa puede rasparse con una cuchara. Su consistencia preparará al niño para pasar rápidamente a una alimentación variada. Es una fruta perfecta para la refacción escolar, ya que existen variedades, como la Seckel y la Forelle, que tienen un tamaño pequeño, perfecto para ponerlas en la lonchera. Además, los colores de las distintas variedades harán de su comida una experiencia variada, aspecto importante en la salud y nutrición a cualquier edad. Por otra parte, en esta etapa de crecimiento se necesitan alimentos que aporten energía y brinden saciedad, lo cual se obtiene con las peras, al ser ricas en fibra soluble e insoluble, brindando una elevada sensación de saciedad.   Adultos Además de la prevención de infecciones, resfriados, estreñimiento y problemas en la piel, las peras pueden ofrecer beneficios adicionales a los adultos. Quienes padecen obesidad, diabetes, hipertensión o alguna enfermedad crónica inflamatoria, o quienes desean prevenir estos problemas presentes en el 70 por ciento de las personas, encuentran en las peras una excelente opción. Además de ofrecer un dulzor saludable, brindan nutrimentos esenciales para prevenir y controlar enfermedades tan comunes.   Adultos mayores En esta etapa las personas sufren generalmente de desnutrición por la dificultad de alimentarse, debido a la pérdida de sabor y de piezas dentales; como consecuencia de esto, la microbiota intestinal empieza a decaer. Sin embargo, las peras son una excelente alternativa que puede estimular el apetito y son de fácil masticación. Cuando el metabolismo está lento, quiere decir que algunas funciones no se están llevando adecuadamente y entonces el cuerpo comienza deteriorarse. La buena nutrición de la microbiota intestinal es una de las estrategias para activarlo y, comer peras, es parte de lo que puedes hacer para el buen funcionamiento de todo tu organismo.  

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