ESG: la rentabilidad de la sostenibilidad
Alinearse a los aspectos medioambiental, social y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés), también conlleva a las empresas a encontrar las oportunidades de rentabilidad como un componente clave del desarrollo sostenible.
Incorporar los principios ESG en las empresas requiere implementar una estrategia que aborda las necesidades de los sistemas medioambientales, sociales y financieros en los que operan los negocios. Si bien, el objetivo es construir una sociedad más justa y generar crecimiento equitativo, también se busca que las economías sean sostenibles.
Al incorporar la sostenibilidad en la estrategia de negocio, y no como algo secundario, las empresas pueden encontrar oportunidades para innovar y aumentar sus ventas, reducir costos, mejorar la productividad, reducir riesgos que puedan interrumpir las operaciones de la empresa y tomar mejores decisiones para las inversiones.
Innovar y aumentar las ventas
De acuerdo con el Kaizen Institute, los clientes están cada vez más dispuestos a pagar por productos elaborados con conciencia ecológica, cívica y social. Se sienten comprometidos con la sostenibilidad, quieren ver cambios en el mundo y “empresas que piensan no solo en su crecimiento, sino también en la calidad de vida de los trabajadores, los consumidores y todas las personas involucradas en la producción y el desarrollo de sus productos y servicios”.
Al adoptar los principios ESG es posible detectar nuevos mercados y oportunidades para hacer crecer el negocio. Un caso de éxito fue el de una compañía francesa del sector alimentos y bebidas que decidió alinear su objetivo de ofrecer alimentos superiores, experiencias e innovación, con el Objetivo de Desarrollo Sostenible 3 (ODS 3), Salud y bienestar. De esta cuenta, en 2018 incluyó en su catálogo productos como agua potable fortificada, leches y yogures a base de vegetales y alimentos para personas con dietas específicas por temas de salud, según indica la Global Reporting Initiative (GRI).
También debe tenerse en cuenta que la tendencia de la sostenibilidad favorece a las empresas con buenas puntuaciones ESG, tal es el caso de los bancos que ofrecen condiciones especiales para este tipo de negocios.
Reducir costos
Con prácticas como reducir, reusar y reciclar, las empresas pueden ver buenos resultados en la disminución de costos. Ejemplo de ello puede ser la implementación de energía renovable o sistemas para el ahorro de energía eléctrica y del consumo de agua; la producción a base de materias recicladas o biodegradables y la reducción de desperdicios; incluso, la optimización de rutas para reducir costos en logística.
La implementación de tecnología para automatizar procesos, utilizar la nube y disminuir la inversión en infraestructura o adoptar medidas de ciberseguridad, también representa una reducción de costos a corto y largo plazo, al mismo tiempo que contribuye a reducir la huella de carbono.
Mejorar la productividad
Siguiendo el consejo de adoptar nuevas tecnologías amigables con el ambiente, es posible obtener mediciones relacionadas con los procesos, la producción y el rendimiento de los colaboradores. Estos últimos pueden enfocarse en tareas más especializadas en menos tiempo.
Las nuevas generaciones, que buscan aportar su talento a empresas cuyas prácticas no perjudican a la sociedad y al medioambiente, se sentirán más motivadas para formar parte de organizaciones con principios ESG.
Dado que los compromisos de sostenibilidad incluyen metas relacionadas con derechos laborales, como reducir el número de lesiones ocupacionales mortales y no mortales (ODS 8, Trabajo decente y crecimiento económico), disminuye la cantidad de bajas por accidentes, enfermedades o huelgas.
Reducir riesgos en el negocio
Al considerar aspectos como el medio ambiente en la estrategia de la empresa, es posible beneficiarse de un análisis de riesgos y tomar las mejores decisiones. La implementación de indicadores del Grupo de Trabajo sobre Divulgación de Información Financiera relacionada con el Clima (TCFD), por ejemplo, contribuye a la inclusión de principios ESG, al medir los riesgos climáticos, considerándolos riesgos financieros.
Dentro de las amenazas climáticas físicas que puede afrontar el negocio, se encuentran las relacionadas con fenómenos meteorológicos extremos, como huracanes, inundaciones, incendios forestales o sequías.
También deben considerarse los riesgos climáticos transitorios, entre los cuales se incluyen las iniciativas por gases de efecto invernadero, las políticas fiscales en relación a las emisiones de carbono cero, los costes de energía y combustibles, entre otros, que pueden impactar de forma directa o indirecta el funcionamiento de una empresa.
Al tener una mayor visibilidad y postura proactiva ante este tipo de riesgos, incorporando los principios ESG, las empresas estarán más preparadas para evitar una interrupción de operaciones.
En este aspecto no deben considerarse solo los riesgos climáticos, sino también los relacionados con seguridad y cumplimiento de leyes para evitar multas, etcétera.
Mejores decisiones para las inversiones
Los estándares del Consejo de Normas de Contabilidad de la Sostenibilidad (SASB, por sus siglas en inglés), son una herramienta útil para que las empresas puedan compartir sus impactos ESG en el lenguaje de los inversores, acreedores y otras partes interesadas en el ámbito financiero. Permiten a las empresas y nuevos inversionistas traducir en números y proyecciones financieras la información que se genera de los principios ESG.
Ejemplo de lo anterior es la medición de pérdidas monetarias al evitar procedimientos no legales, como el uso de información privilegiada o manipulación del mercado, o bien al conocer el costo de mejores prácticas sostenibles, como el uso de energías renovables. Esta información transparenta los negocios de la empresa y facilita la toma de decisiones al buscar oportunidades de inversión confiables.
Estos son algunos ejemplos de como los principios ESG pueden generar valor al negocio, contribuir a su rentabilidad y crecimiento, al mismo tiempo que promueven el cuidado por el medio ambiente, las personas y los recursos de la empresa.
El modelo ESG vs otros modelos
De acuerdo con el Kaizen Institute, la inversión financiera convencional es la que se enfoca en invertir para generar rendimientos financieros competitivos, sin tomar en cuenta las cuestiones medioambientales, sociales y de gobernanza.
En el extremo se encuentra la inversión filantrópica, un modelo que deja de lado el rendimiento y se enfoca en el impacto social o medioambiental, pero con el tiempo deja de ser sostenible.
La propuesta de inversión ESG prioriza los factores y resultados medioambientales, sociales y de gobernanza, pero también contempla el retorno del mercado financiero enfocado en el valor a largo plazo. Permite mitigar los riesgos e identificar oportunidades de crecimiento.