En los brazos de mamá: El impacto positivo del contacto físico en el desarrollo del bebé

El contacto físico entre un bebé y su madre no es solo una cuestión de ternura, sino una interacción que repercute profundamente en su bienestar físico, emocional y neurológico. Hospitales La Paz, a través de su Programa de Bienestar Materno-Infantil, ha integrado el Apego Inmediato como un paso esencial del proceso de bienvenida al recién nacido, y este beneficio está incluido en la póliza del Plan Familiar del Seguro Médico Salud Siempre.

El poder del abrazo en el desarrollo emocional

El contacto físico es una de las primeras formas de comunicación que experimenta el bebé. En los brazos de su madre, el recién nacido encuentra seguridad, consuelo y un entorno que fomenta la liberación de oxitocina, la conocida “hormona del amor”. Este vínculo inicial, reforzado por el contacto piel con piel, crea un espacio seguro que no solo reduce el estrés, sino que también estimula el desarrollo emocional del bebé.

Margie Bocalletti, gerente de Servicios Comerciales de Hospitales La Paz, comenta que “el contacto regular con los padres durante los primeros meses de vida ayuda a los bebés a desarrollar un sentido básico de seguridad y confianza en el mundo”. Este apego temprano, según diversos estudios, tiene un impacto duradero en la forma en que los niños desarrollan relaciones y gestionan el estrés en la vida adulta.

Estimulación del crecimiento físico y neurológico

Más allá de lo emocional, el contacto físico tiene efectos tangibles en el crecimiento del bebé. “Sostener a tu bebé en brazos es mucho más que un acto de cariño; es darle seguridad, amor y el mejor comienzo en la vida”, explica Joselyn Álvarez, líder del Seguro Médico Salud Siempre. Desde este enfoque, el contacto piel con piel no solo fomenta el vínculo emocional, sino que también impulsa el desarrollo neurológico y sensorial del recién nacido.

Estudios han demostrado que esta interacción favorece el desarrollo de conexiones neuronales esenciales para el crecimiento cognitivo. Los bebés que reciben más contacto físico suelen desarrollar mejores habilidades motoras y sensoriales, elementos clave para la exploración del mundo y el aprendizaje temprano.

Reducción de los niveles de estrés

El contacto cercano con la madre, especialmente a través del método piel con piel, tiene un efecto calmante, reduciendo significativamente los niveles de cortisol, conocida también como “la hormona del estrés”, tanto en el bebé como en la madre. Esto es crucial en los primeros días de vida, pues el estrés puede afectar negativamente el desarrollo temprano del bebé.

Con el respaldo del Plan Familiar del Seguro Médico Salud Siempre, las madres pueden tener la tranquilidad de que su proceso de maternidad está cubierto integralmente. Este plan incluye el acceso al Programa de Bienestar Materno-Infantil de Hospitales La Paz, que contempla el Apego Inmediato, el Alojamiento Conjunto y la Lactancia Materna, junto con consultas prenatales y la atención de parto o cesárea.

Bienestar a largo plazo

La Academia Americana de Pediatría ha documentado que el contacto físico no solo beneficia al bebé durante los primeros años de vida, sino que sienta las bases para una relación sólida y saludable entre padres e hijos. Este vínculo, forjado a través de abrazos y caricias, promueve la confianza, la empatía y una mejor regulación emocional, habilidades esenciales para el bienestar a lo largo de la vida.

En resumen, los brazos de mamá y papá son mucho más que una fuente de cariño; son el mundo en el que el bebé encuentra la seguridad, el estímulo y el calor necesarios para crecer sano y fuerte. Promover este contacto desde el nacimiento puede marcar una diferencia significativa en el desarrollo integral del bebé.

Para más información sobre las opciones de póliza del Seguro Médico Salud Siempre, visite su página web www.saludsiempre.com.gt/ o comuníquese al 1747 para conocer más detalles.