El Proyecto Niños Sanos beneficia a estudiantes en Sololá

Como parte de sus acciones de Responsabilidad Social Empresarial, Central de Alimentos, S.A., Alimentos, S.A. y Distribuidora Alinor, S.A. han desplegado una serie de esfuerzos encaminados a mejorar las condiciones alimenticias de los niños en etapa escolar.

Estas empresas guatemaltecas, en conjunto con sus colaboradores cuentan con 50 años de experiencia y liderazgo en la elaboración y distribución de productos alimenticios de la más alta calidad, han puesto un nuevo proyecto en marcha, para beneficio y desarrollo de las comunidades en el occidente del país. A partir del Decreto 16-2017 Ley de Alimentación Escolar, nació El Proyecto Niños Sanos. Dicho decreto tiene por objeto garantizar la alimentación escolar, promover la salud y fomentar la alimentación saludable de la población infantil y adolescente que asiste a establecimientos escolares públicos o privados. Esto con la finalidad que aprovechen su proceso de enseñanza, aprendizaje y la formación de hábitos alimenticios saludables de los estudiantes, a través de acciones de educación alimentaria y nutricional y el suministro de alimentos de los estudiantes durante el ciclo escolar. [Infografia id="3436874" /] El Proyecto Niños Sanos es un programa que busca mejorar el rendimiento escolar, disminuir la deserción e incrementar la asistencia y la calidad educativa. “La alimentación escolar se vuelve un gancho para asegurarnos de que los niños se eduquen y se desarrollen de la mejor forma posible”, explica Odette Muralles, consultora en Nutrición de las empresas. [caption id="attachment_3436312" align="alignnone" width="1024"] Odette Muralles Hazbun de Falla , consultora de nutrici—n.
Fotograf’a Esbin Garc’a 17-07-2019[/caption] “Estos menús cubren el 20% y el 30% del requerimiento de energía y proteína en un menú normal. La alimentación escolar se vuelve una ración de seguridad para ellos y por eso capacitamos a las juntas de padres para que ellos hagan una mejor elección de los alimentos que se van a introducir a la dieta de los niños”, explica Muralles. Los pilares de operación para el Proyecto Niños Sanos son: • Acompañamiento al Programa de Alimentación Escolar y evaluaciones antropométricas. • Sistemas agropecuarios escolares y comunitarios. (Huertos) • Remozamiento y equipamiento de cocinas escolares. • Organización y fortalecimiento comunitario. Cada comunidad tiene hábitos alimenticios específicos y existen alimentos que no pueden variar, como los frijoles o los huevos, así que se busca respetar estos requerimientos. Para lograrlo, el personal de este grupo de empresas organiza reuniones con los directores de las escuelas y los padres de familia para analizar los menús de manera conjunta. Los menús se fortifican con productos que contienen proteína de alto valor y nutrientes como el hierro, que ayuda a prevenir la anemia, fortalece el sistema inmunológico y reduce el riesgo de padecer fatiga y debilidad. Además, también contienen zinc, que ayuda al cuerpo a crecer y desarrollarse apropiadamente. Por eso se ha incluido Incaparina en algunos de estos menús, por tener abundante cantidad de estos componentes. Se han atendido a más de 8 mil niños desde el inicio de este proyecto en 2017, impulsado en escuelas primarias del departamento de Sololá. “Hemos encontrado que la etapa escolar en la niñez está descuidada. El objetivo del Proyecto es también mantener y mejorar el estado nutricional global de estos niños para que de esta manera puedan aprender de una mejor forma”, explica la nutricionista. Los niños identificados con desnutrición aguda se refieren a la Fundación Castillo Córdova para ser atendidos y puedan ser recuperados hasta alcanzar una talla y peso normal para su edad. “Llevamos poco tiempo, pero ya pensamos en mejorar este modelo para hacerlo sostenible y migrar a otras escuelas para que hagan mejores elecciones en su alimentación escolar. Tenemos el apoyo de los colaboradores de las tres empresas quienes participan en voluntariados y también capacitan a las comunidades; permitiéndoles involucrarse y generarles un sentido de pertenencia al Proyecto. Aún no tenemos un tiempo estimado para el proyecto, pero seguirá el tiempo que sea necesario”, finaliza Muralles. Alimentación escolar con propósito 1. Se capacita a madres de familia y demás involucrados en la preparación de los alimentos, para cocinar refacciones balanceadas, con higiene e inocuidad. 2. Las madres voluntarias replican estos menús en sus hogares para incorporarlos en la dieta familiar. 3. Se enseña cómo hacer huertos escolares para generar producción local de alimentos para el consumo local, con la cooperación del MAGA. 4. En las escuelas donde es necesario, se remodelan y equipan las instalaciones de las cocinas para que la elaboración de los alimentos sea adecuada, esto se realiza con el aporte voluntario de los colaboradores a través de Fondo Unido de Guatemala. 5. Se realizan mediciones antropométricas, en conjunto con Fundación Castillo Córdova y con apoyo del Ministerio de Salud, para llevar el control de la talla, peso y estado nutricional general de los niños, desde el inicio del programa.

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