En los últimos años se han diversificado las opciones financieras para la inversión de ahorros y obtener créditos. La competencia se centra en tasas de interés, pero tomar la decisión final requiere sentarse por unas horas para analizar temas relevantes como solidez y certeza a largo plazo.
Uno de los puntos clave es la seguridad, cuyas medidas son distintas entre bancos y cooperativas. Por ejemplo, la Ley de Bancos y Grupos Financieros obliga a estas instituciones a proporcionar información de riesgo a la Superintendencia de Bancos (SIB), también deben someterse anualmente a una evaluación por parte de una calificadora de riesgo reconocida por la Comisión de Bolsa y Valores de los Estados Unidos de América o representantes de éstas que realicen calificaciones a nivel regional.
Adicionalmente, los bancos deben presentar a la SIB el registro de las operaciones que realicen al fin de cada mes y de cada ejercicio contable y divulgar al público información suficiente sobre sus actividades y posición financiera. La Junta Monetaria debe estar informada sobre las instituciones que presenten deficiencia patrimonial.
Los bancos también realizan aportes mensuales al Fondo para la Protección del Ahorro, creado con el objeto de garantizar al depositante en el sistema bancario la recuperación de sus depósitos.
Las cooperativas de ahorro y crédito fueron supervisadas por la SIB hasta principios de la década de los años 90.
En el caso de las cooperativas, éstas carecen de suficiente marco legal, lo que favorece la rotación de operaciones que pueden afectar su solvencia en corto tiempo. En su espíritu cooperativista de ayuda mutua, igualdad y solidaridad, suelen determinar la capacidad de pago y endeudamiento de los prestatarios en función de su actividad de trabajo o negocio, con menos formalismos contables, lo que puede poner en riesgo su estabilidad. Derivado de ello, el año pasado 68 cooperativas fueron canceladas y 278 recibieron notificaciones de sanciones, aunque 100 fueron inscritas como nuevas.
Disponibilidad inmediata
Otro aspecto a tener en cuenta es la disponibilidad inmediata al dinero para poder hacer una transacción, inversión o cubrir una emergencia. Actualmente el 100 por ciento de los municipios del país tiene al menos un punto de acceso tradicional al sistema bancario: agencias, agentes bancarios y cajeros automáticos, según se indica en la Estrategia Nacional de Inclusión Financiera para Guatemala (ENIF 2019-2023).
También se tiene un registro de 1,962.2 cuentas afiliadas a servicios financieros móviles, por cada diez mil habitantes, en el sistema bancario. Esto significa que, al contar con una cuenta monetaria, incluso de ahorro, tarjeta de crédito o acceso a banca móvil, el cuentahabiente puede hacer uso de su dinero en cualquier momento y tener la tranquilidad de que su patrimonio esta seguro.
El 100 por ciento de los municipios en el país tiene al menos un punto de acceso tradicional al sistema bancario: agencias, agentes bancarios y cajeros automáticos. Estrategia Nacional de Inclusión Financiera para Guatemala, ENIF 2019-2023.
De la mano con el cliente
La mayoría de las cooperativas activas en el país está enfocada en el ahorro y el crédito, seguido del apoyo a actividades agrícolas, de comercialización, y algunas otras en vivienda, producción, pesca, transporte y consumo. Esto permite que sus asociados obtengan beneficios extra enfocados en sus principales necesidades y actividades económicas.
Ejemplo de ello es que créditos destinados a la inversión de un proyecto, educación o negocio propio suelen tener intereses más bajos (10%) que aquellos destinados a la compra de un vehículo o para unificar deudas (15% al 20%). Los bancos también ofrecen diferentes tasas de interés sobre préstamos, depende del tipo de crédito y plazo.
El préstamo destinado a la compra de vivienda presenta mayor demanda en el sector de cooperativas (41%), mientras el 32% de créditos ofrecidos por la banca privada tiene como fin el consumo y el comercio, según datos de la SIB recopilados en el Estudio del Sector Microfinanzas, referido a septiembre 2011.
16 instituciones bancarias son supervisadas por la SIB. 850 cooperativas se encuentran activas ante el INACOP.
Con el fin de facilitar el acceso al crédito y aprovechar las ventajas que permite la tecnología, la mayoría de los bancos ofrece calculadoras en sus portales digitales con proyecciones de las tasas de interés y las cuotas a pagar, al solicitar un crédito en el plazo sugerido por el cliente. Esto permite mayor transparencia al separar las cuotas a capital de los intereses mensuales con tasas competitivas desde el 8.0% en préstamos con moneda nacional depende del monto y destino del crédito. El cliente puede analizar las ventajas de cancelar la deuda en menos tiempo o en un plazo que no ponga en riesgo su disponibilidad de efectivo para cubrir otras necesidades.
Fomento al ahorro
Debido a la importancia en la captación de ahorros, tanto bancos como cooperativas fomentan este buen hábito en la población. Las cooperativas permiten a sus asociados hacer aportes mensuales desde Q25 con derecho a los beneficios que ofrece la institución.
Los bancos también ofrecen competitivas tasas de interés sobre ahorros (desde el 1.5% hasta el 7.25% anual), beneficios adicionales, sorteos, disponibilidad en línea y la certeza de que el cliente pueda recuperar sus depósitos ante cualquier eventualidad gracias al Fondo para la Protección del Ahorro.
Regulados por diferente ley
Los bancos son normados por la Ley de Bancos y Grupos Financieros, Decreto No. 19-2002 del Congreso de la República de Guatemala, que trata lo relativo a la creación, organización, fusión, actividades, operaciones, funcionamiento, suspensión de operación, liquidación, establecimiento y clausura de sucursales y oficinas de bancos. Corresponde a la Junta Monetaria autorizar o denegar la constitución de Bancos, y a la Superintendencia de Bancos (SIB), inspeccionar a las entidades de intermediación financiera y verificar el cumplimiento a la ley mencionada, así como reglamentos, instructivos y circulares en materia.
Por su parte, las cooperativas se rigen por la Ley General de Cooperativas, Decreto No. 82-78 del Congreso de la República de Guatemala, y corresponde a la Inspección General de Cooperativas fiscalizar, supervisar y vigilar a las cooperativas, federaciones, confederaciones y todas las organizaciones creadas bajo el amparo de dicha ley. El Instituto Nacional de Cooperativas depende jerárquicamente de la Presidencia de la República aunque actúa con independencia.
Fuentes: Sib.gob.gt, Inacop.gob.gt, Ingecop.gob.gt, Banguat.gob.gt, CentralAmericaData.com, Ley de Bancos y Grupos Financieros, Estudio del Sector Microfinanzas, referido a septiembre 2011, publicado por la SIB, Memoria de Labores 2019, publicada por Inacop, ENIF 2019-2023, publicado por el Banguat.