10 maneras para tomarse un break en el trabajo

Tomarse un descanso en medio de la rutina es favorable y necesario para tu salud.

Una larga jornada laboral puede llegar a ser agobiante.  Someterse a una gran cantidad de presión por lapsos prolongados provoca estrés y malestares a nivel físico debido a la tensión muscular y la postura. Sobre todo, si tu trabajo se desarrolla en un escritorio, frente a una computadora. Algún break de vez en cuando te dará el descanso que necesitas para recargar energías. Existen muchas maneras de tomarte un respiro:
  1. Ejercita tus manos y tus brazos: el uso prolongado del mouse y el teclado pueden generar dolor y cansancio en tus manos. Tómate un pequeño break y aléjate de escritorio. Jala tus manos para abajo y para arriba. Sacúdelas, muévelas en círculos y luego ábrelas y estira tus dedos. Sentirás una gran mejoría y podrás continuar con tus labores.
2. Come fruta como snack: ingerir una pequeña refacción dos veces al día no solo ayudará a tu metabolismo a acelerarse, también te distraerá del tema que te tiene agobiado. Elige la fruta antes que cualquier alimento procesado, pues es más nutritiva. 3. Arma tu playlist: 10 minutos para armar tu playlist en tu plataforma favorita te darán 8 o 10 horas de pura productividad. No es lo mismo trabajar al ritmo del A/C de tu oficina o del teclado de tu vecino, que con tus canciones favoritas. Elige las que te ayuden a producir nuevas ideas y te permitan innovar. 4. Sube las gradas: tal vez tienes que ir a la tienda o a traer un documento dos niveles abajo del tuyo. No tomes el elevador, aprovecha esta oportunidad para poner todo tu sistema en movimiento y sube las gradas. Cuando llegues te sentirás un poco agitado tal vez, pero con más energías para continuar. 5. Tómate un break:  ponte audífonos, reclina tu silla y toma agua mineralizada con gas y por qué no con un toque de jugo. ¡Lograrás relajarte y refrescar hasta las ideas! 6. Practica estiramientos: una postura fija durante horas te puede dejar tieso y adolorido. El antídoto son estos estiramientos:
  1. Gira tu cabeza para la derecha y luego para la izquierda, por 5 segundos de cada lado.
  2. Entrelaza tus manos y colócalas detrás de tu nuca durante 5 segundos.
  3. Vuelve a entrelazar tus manos y estíralas al frente con las palmas hacia afuera, durante 15 segundos.
  4. Cruza tus piernas, gira el torso para el lado contrario y gira también tu cabeza para el mismo lado durante 10 segundos. Luego repite para el lado contrario.
  5. Sube los hombros como si no te importara nada, durante 5 segundos, tres veces.
  6. Coloca tu brazo izquierdo por atrás de tu cabeza y jala tu codo con la mano derecha al mismo tiempo que arqueas tu espalda, durante 5 segundos y luego repite del otro lado.
  7. Entrelaza tus manos y estira tus brazos por encima de tu cabeza, con las palmas de las manos hacia afuera, durante 10 segundos.
  8. Sentado en tu silla, dobla el torso hasta tocarte la punta de los pies y mantén esta postura durante 5 segundos.
7. Lee un libro: tomarte un descanso de las pantallas para refugiarte en la calidez del papel te hará bien. No solo para tus nervios óptimos, también para distraer tu mente y al regresar a tu trabajo, te será más fácil enfocarte y generar nuevas ideas o buscar soluciones. 8. No te saltes el almuerzo: omitir este importante tiempo de comida no te hará más productivo. Aprovecha este break para recobrar energías. De manera consciente, recuerda de consumir una porción grande de verduras, una mediana de carne y una pequeña de carbohidratos. Consulta el tamaño y contenido de las porciones adecuadas con un nutricionista si tienes alguna duda. Complementa esto con una bebida baja en azúcar y calorías. 9. Arregla tu escritorio: en medio de una gran carga de trabajo, esto podría parecerte como una perdida de tiempo. ¡No es cierto! Al contrario, tener un espacio de trabajo ordenado, sin basura y libre de obstáculos te ayudará a ordenar tus ideas. 10. Realiza una pequeña pero eficiente meditación: ya sea durante tu hora de almuerzo o si necesitas tomar un pequeño break en otro momento:
  1. Encuentra un lugar callado: si puedes cierra la puerta de tu oficina o sal a la azotea.
  2. Coloca una mano en tu estómago y otra en tu corazón: al hacer esto, toma también respiros hondos y prolongados y siente tu corazón y tu estomago mientras haces esto.
  3. Reconócete: date cuenta de cómo te sientes en ese momento. Si te sientes tranquilo, triste, abrumado, estresado etc. No te juzgues, solo reconoce el sentimiento y acepta lo que sientes en ese momento.
  4. Acepta las distracciones: seguramente será difícil encontrar un lugar completamente libre de bulla. De hecho, estos ruidos podrían ayudarte a mejorar tu meditación. Al sentirte distraído, regresa tu atención a tu respiración y a los movimientos de tu corazón y estómago. Esto te ayudará a retomar tu atención en las cosas en las que debes enfocarte cada vez que te distraigas.
  5. Elige una palabra: la que quieras, puede ser amor, puede ser playa, pueden ser animales. Con cada inhalación y exhalación, piensa en esa palabra. Si es algún sentimiento, permítete sentirlo con cada respiración. Puedes hacer este ejercicio con cualquier palabra, solo déjate llevar por la imaginación y la calma de ese momento.
  6. Disfruta el proceso y hazlo seguido: la buena noticia es que no hay reglas para la meditación. Lo puedes hacer cuando y donde quieras. Como sea que lo hagas, que sea para darle calma a tu día y reconocer lo que sientes. Recuerda que esta bien distraerse y retomar la atención cuando esto suceda.
Los breaks te darán la oportunidad de hacer de tu rutina, una más llevadera para que las ideas no dejen de fluir. Fuentes: Fisioterapia Online, MedLinePlus, IMAAT, Agencia de Marketing Digital.

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