Las clases para miles de estudiantes de San Marcos, Quetzaltenango y Retalhuleu no serán lo mismo que para el resto de educandos del país, puesto que el terremoto que azotó el país el 7 de noviembre último dañó severamente escuelas e institutos, por lo que no pueden usarse, y estos deberán estudiar en salones o iglesias, en edificios escolares dañados o simplemente esperar a que el Gobierno les designe un lugar.