Urías Gamaro
NOTAS DE Urías Gamaro
El acelerado endeudamiento público en 2020 y 2021 no fue abordado en el mensaje del presidente Alejandro Giammattei y es el principal cuestionamiento que hacen analistas económicos.
Unos Q400 millones del programa de apoyo financiero a las empresas por la emergencia corren el riesgo de regresar al Fondo Común si no se ejecutan antes del 31 de diciembre.
El efecto de la referencia del Banco de Guatemala sobre las tasas activas del sistema no es inmediato, pero a casi tres trimestres del inicio de la pandemia una realidad es contundente: no bajarán más del promedio actual.
El hecho de que no haya una fecha de finalización de la pandemia o del resurgimiento de nuevos brotes sigue siendo un lastre para la toma de decisiones empresariales.
Guatemala no contará con información estadísticas o actualización de datos en 2020. Los efectos de la pandemia imposibilitan levantar la información en campo.
Desde Estados Unidos se origina la principal fuente de remesas familiares, inversión extranjera y divisas por exportaciones, lo que hace al país altamente dependiente de lo que ocurre en ese mercado.
Pasan los meses y años y la aduana conocida como Ingenieros, que solo tiene construcción del lado mexicano, se hace cada vez más urgente para los empresarios de ambos lados de la frontera.
Seis de cada 10 pactos colectivos inscritos en los últimos 12 años corresponden a compromisos salariales que han asumido las municipalidades, pero al igual se han suscrito acuerdos con los ministerios más grandes que son Educación y Salud que han cargado la masa salarial en un incremento del 181% más que la inversión en capital del Estado.
Como era de esperarse, la liberación de algunas productivas en agosto impactó favorablemente en varios sectores en diferentes escalas, pero con una alta evidencia que hay un lastre e inestabilidad por los efectos del coronavirus de la economía los cuales se esperan entre a una fase de robustez de manera gradual.
El incremento de la masa salarial pública en los últimos 12 años acumula una buena parte por las negociaciones de los pactos colectivos, sobre todo de los ministerios de Educación y Salud, que son los que más volumen del presupuesto absorben.