Ese voto era predecible por el compromiso que esos magistrados guardan hacia el partido que ahí los puso.

De esa ridícula condecoración, el que salió más beneficiado fue obviamente Portillo.

Los miembros del Parlacen deben ser tratados como cualquier otro diputado, sin doble inmunidad.

La mayoría está allí para salir del anonimato económico.

Tono es una persona pacífica que, si alguna culpa tiene, es pensar y expresar sus ideas.

Así como se ha paseado por el mundo, Portillo también se ha ?paseado? en Guatemala.

En algunos municipios se dedica ese día para visitar cementerios y honrar a los muertos.

Ni bien agradece a alguna divinidad por el gol anotado, cuando es ?enterrado? por una montaña humana.

La ineptitud legislativa no se supera con una ley, ni por una orden suscrita por la misma trinidad del mal.

Si de alguien hay que blindar las arcas públicas, es del partido de las tres uñas largas.