Nico es un joven como tantos otros en la actualidad, hastiado de ver cómo la sociedad actual es indiferente a la pobreza ajena, al daño que infligimos a nuestro planeta y a la insaciable sed por amasar fortunas. En su afán de contagiar a otros su deseo de arreglar nuestro mundo, escribió un ensayo para la universidad, que resumido dice lo siguiente: Estudio Ingeniería Ambiental. Muchos pueden pensar que estoy en la universidad para luego conseguir trabajo y ganar dinero, pero mi propósito es totalmente opuesto. Estudio por el conocimiento, porque me encanta la naturaleza y quiero aprender todo de ella para cuidarla.
Siguiendo con el tema de las tarjetas de crédito, el que a juzgar por los múltiples correos recibidos en apoyo a que la Ley de Bancos y Productos Financieros sea modificada, así como la denuncia de muchas otras formas de abusos que se cometen con los tarjetahabientes, veo que es un tema que despierta mucho interés ciudadano y que me obliga a continuarlo.
La ley de Bancos y Productos Financieros (decreto 19-2002) y la normativa aprobada por la Junta Monetaria han dado carta blanca a los bancos y empresas financieras emisoras de tarjetas de crédito para que aprueben, por medio de su consejo de administración, todas su políticas internas, que por supuesto también incluyen tasas de interés, cobros por mora, por servicios, por prórrogas de tarjetas, por seguros, etcétera. Amparados en los artículos 42 y 45 de esta ley, y en el hecho de que la Superintendencia de Bancos (SIB)