MARÍA DEL ROSARIO MOLINA

MARÍA DEL ROSARIO MOLINA

NOTAS DE MARÍA DEL ROSARIO MOLINA

Las aves migratorias viajan de un hemisferio a otro huyendo de los rigores del invierno y, gozando siempre del calor del Sol, van y vienen. Las personas que emigran, o migran, de un país a otro buscan el trabajo, la educación, la salud y la seguridad que no encuentran en el propio. No piensan en regresar, sino en establecerse por lo menos durante un buen tiempo en la tierra que ellas creen que las acogerá. Sin embargo, muchas veces las devuelven a su lugar de origen después de haber pasado mil infortunios para llegar al sitio anhelado. Son como las aves, migratorias, aunque en estas ese ir y venir es por instinto.
La nueva Ortografía de la RAE y la ASALE, publicada en 2010, trajo consigo cambios en las reglas de acentuación gráfica, especialmente de las tildes diacríticas, y muchísimas personas siguen tildando palabras que ya no llevan acento gráfico.
En Guatemala se habla muy mal y se escribe peor, sin recordar la famosa sentencia de don Juan de Valdés, reconocido escritor y humanista español, que rezaba: “Hay que escribir como se habla, pero es menester hablar bien”.
No me refiero aquí a los predicados nominales (con los verbos “ser, estar, parecer”) ni a las oraciones impersonales o unipersonales y otras complejas que quedan para otra ocasión y me limito a hablar de los complementos más sencillos.
La ortografía dicta las normas para no equivocarse en la escritura de las palabras. Hace saber si se escriben con be o con uve (“v”), con hache o sin ella, si es muda, pues nadie confunde el dígrafo “ch” con ce, zeta o ese; con el dígrafo “gu”, solo con ge o con jota y con el dígrafo “ll” o con ye; si se tildan o no y si se escriben con mayúsculas, amén del uso de los signos ortográficos. Ejemplos: “burro, vaca” (aunque en español tienen el mismo sonido); “guerra, general” la primera suave, la segunda fuerte; “cesión (renuncia de algo) y sesión (reunión con un propósito)”, palabras cuya pronunciación no diferenciamos en América.
Dedicado a mis colegas traductores de inglés a español y viceversa.
La ortografía, "el conjunto de normas que regulan la escritura de una lengua", empeora cada día en nuestro país, tanto que ya da vergüenza leer ciertos mensajes en las redes sociales.
Hoy me refiero a las letras “ese, ce y zeta”. Es norma general en español que para escribir el fonema /z / antes de la “a”, la “o”, la “u” o una consonante se emplea la zeta y cuando precede a la “e” y la “i” se usa la ce: “zarzamora, zarzuela, zoco (en Marruecos, mercado), zócalo, zurcir, zurdo, zutano”, etc. “Azcona (arma parecida al dardo), mayorazgo, hallazgo, azteca, osezno, izquierdo”, etc. “César, cepillo, ceder, centena, cielo, cierto, circunstancias”, etc.
Tras leer mi columna anterior, me ha dicho en son de burla una lectora que a ella la recogen si se "redeja" y he decidido reproducir  un artículo que publiqué años atrás.
Titivillus, mi buen amigo diablillo, vino a visitarme y sacó de su costal unas preguntas, para ver si podía cargar con algunas personas a ese lugar de donde jamás se sale.